Una pareja de recién casados, un matrimonio con tres hijos y otro matrimonio más mayor participaron en este encuentro que comenzó a las 19:30 horas en el Centro Cultural Nuevo Inicio y que moderó el sacerdote D. Francisco Adarve.

Siete meses es el tiempo que llevan casados Esteban López y Mariana Ortiz, que fueron los primeros en compartir su historia en esta mesa redonda organizada por la Pastoral Familiar. Ambos explicaron que para ellos el matrimonio es el mejor camino en el que se puede vivir el sacramento de amor entre el hombre y la mujer.

Tanto Mariana como Esteban destacaron lo importante que había sido para ellos el saberse acompañados por la Iglesia, así como la importancia de lanzarse a la aventura confiados en las manos de Dios. “Una vez que nos comprometidos y le pedí casarse conmigo, disipé toda duda, porque fue una decisión que uno toma con la decisión y con la voluntad. Desde entonces caminamos con más sentido”, dice Esteban.

“SOLO NUESTRO AMOR NO BASTA”

Rafael Montoya y Conchi López son padres ya de tres hijos, y llevan años haciendo un camino como matrimonio que para ellos sería impensable sin la presencia del Señor. “Yo tenía muy claro que quería casarme con Conchi. También veía que con el amor que tenía en ese momento y que tenemos, no servía para superar las dificultades del día a día”, dijo Rafael.

Ambos confesaron que han vivido momentos difíciles, como el del primer año de matrimonio con su primer hijo. incluso algunos en los que se plantearon una posible separación. “Nosotros hemos visto la presencia de Dios especialmente en los momentos de más conflicto, siempre lo hemos tenido cerca, respaldándonos”. Desde entonces tratan de cuidar los momentos de oración personal, entre ellos y con los niños, al menos una vez a la semana.

“Yo creo que la gracia del sacramento hay que renovarla en el día a día, y eso es una de las cosas más difíciles”, decía Conchi López, “porque en el día a día tienes enfrentamientos en el trabajo y al llegar a casa necesito contarle a Rafa lo que me ha pasado, porque si no se lo contara, es como si no hubiera pasado. El sacramento se renueva con ese diálogo cotidiano”.

FIDELIDAD CON DIOS Y ENTRE NOSOTROS

Los últimos en comparecer fueron el matrimonio compuesto por María del Carmen Pérez y José Antonio Aguilera, que ya son abuelos.

Después de hablar de su aventura como misioneros en Perú al poco de casarse, hablaron de la importancia del valor de la fidelidad. “La fidelidad no es solamente entre nosotros, sino la fidelidad de nosotros con Dios. Dios siempre es fiel, siempre provee y a veces cuesta trabajo pero mirando hacia atrás uno ve que Dios siempre provee”, subrayó José Antonio.

“La fidelidad se va llevando día a día. Nosotros estamos trabajando mucho ahora el tema de los detalles”, añadió María del Carmen. “El trato, medir la palabra, que sean palabras que agraden y no hieran, intentando cultivar esos detalles que nos van a unir más”. Porque, como el propio José Antonio resaltó, la fidelidad no es una cuestión solamente de no tener relaciones extramatrimoniales sino de ser fiel al compromiso hecho hace 36 años, manteniendo esa ilusión del principio.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social