Fecha de publicación: 4 de octubre de 2012
Fecha de publicación: 4 de octubre de 2012
Tendrá lugar con la congregación de Granada, con motivo del 125 aniversario de la fundadora de las Religiosas Siervas de María.
El 11 de octubre de 1887 a la edad de 61 años fallecía en Madrid María Soledad Torres Acosta, fundadora de las Religiosas Siervas de María, congregación dedicada a asistir en el domicilio y totalmente gratis a los enfermos que lo solicitaran. En su 125 aniversario, la comunidad de Religiosas Siervas de María celebran un solemne triduo en su honor, que tendrá lugar los días 9 y 10 de octubre, a las 19:30 horas, con el rezo del Santo Rosario y una oración a María Soledad, en la capilla que la congregación tiene en Granada (C/ Niños Luchando, 8). Asimismo, el día 11, en la parroquia de los Santos Mártires Justo y Pastor tendrá lugar una Eucaristía a las 20 horas, presidida por el Rector del Seminario Menor de Granada “Virgen de Nazareth” D. Miguel Ángel Morell.
Santa María Soledad, nacida el 2 de diciembre de 1826, fue beatificada por Pío XII, el 5 de febrero de 1950 y canonizada por Pablo VI en 1970. En la actualidad, las Siervas de María son unas 2380 religiosas en diversos países y tienen 126 casas.
El párroco de Chamberí, un barrio pobre de Madrid se entristecía al ver que muchos enfermos morían en el más completo abandono y sin recibir los santos sacramentos. Pensó en reunir a un grupo de mujeres piadosas que visitaran a los enfermos en sus domicilios y les ayudaran a bien morir. Al enterarse Soledad Torres de este deseo del párroco se presentó a él para ofrecerse a ayudarle en tan caritativa misión de misericordia. Ella desde niña había asistido a varios moribundos. Al ver que era débil y enfermiza, el sacerdote no la aceptó en una primera entrevista, pero después se dio cuenta de que María Soledad tenía un alma muy especial. Con ella y seis compañeras más fundó el 15 de agosto de 1851 la comunidad de Siervas de María o Ministros de los enfermos.
Por aquellos tiempos se propagó por Europa una terrible epidemia del cólera y en los hospitales no cabían los enfermos. Muchos de ellos eran abandonados por sus familiares por temor al contagio. María Soledad y sus religiosas se hacían presente por todas partes para atender a los más abandonados. El sacerdote que había inspirado la fundación se fue de misionero a lejanas tierras y el sucesor, dejándose llevar de rumores y chismes, destituyó a Soledad del cargo de superiora. En sus visitas a Jesús Sacramentado obtenía fuerzas para sufrir con paciencia y por amor.
Fecha de publicación: 4 de octubre de 2012