La Eucaristía fue presidida por D. Esteban Torres Racero, párroco de Pitres. En la Santa misa estuvo acompañado por D. Carlos Fernández Peñafiel, párroco de Ugíjar, y D. Moisés Mendoza Urrutia, párroco de Bérchules. Las lecturas han sido leídas por personas del pueblo y han sido seguidas con mucha atención por todos los asistentes.

D. Esteban empezó su homilía saludando a todos los presentes y centró la misma en el perdón que todos recibimos de Jesús sin merecerlo. Hizo hincapié en que todos tenemos que saber perdonar a todos los que nos ofenden y gozar de la paz que este perdón, nos proporciona. Explicó cómo la frase: “Perdono, pero no olvido” deja en el alma y en el corazón un poso de rencor y resentimiento, que no es bueno para nadie. Por esto tenemos que perdonar de verdad y sin límites, como le dijo Jesús a San Pedro cuando este le preguntó cuántas veces había que perdonar a los que nos ofenden. Los Santos son una prolongación de Jesús en la Tierra, que vino a servir y no a ser servido. San Roque puso su vida al servicio de los hombres, haciendo el bien y nosotros debemos poner nuestras vidas al servicio de los demás. Terminó con estas palabras: “Vamos a continuar esta Eucaristía con un corazón agradecido a Dios por la vida de S. Roque, que nos dio testimonio y ejemplo de servir a los hombres más desfavorecidos”.

Los cantos de la celebración eucarística han sido interpretados por el coro de Pitres, que, con sus voces muy bien entonadas, han contribuido al recogimiento, espiritualidad y esplendor de la misma. Durante la celebración eucarística la Iglesia estuvo repleta de fieles, muchos de ellos de pie. Y es que esta festividad de nuestro Patrón S. Roque es como un potente imán gigante que atrae, sin remedio, a todas las personas que tienen sus raíces en Pitres, pueblo maravilloso al pie de Sierra Nevada, o han tenido alguna relación con el mismo, pues esta devoción se transmite de generación en generación. La Santa misa terminó con la bendición de las rosquillas, y el Himno solemne a san Roque, cantado por todos.

Por la tarde, a las nueve, salió la Imagen de san Roque, portada por varias tandas de jóvenes que se iban turnando en el itinerario que, según la tradición, recorre las calles más significativas del pueblo. El Himno Nacional saludó la salida del Santo con vitores y numerosísimos aplausos además de una atronadora salva de cohetes. El párroco, junto con el Sr. Alcalde, D. Marcelo Avilés, presidieron todo el recorrido. La procesión se desarrolló con un orden y piedad digna de elogio, en la que cada uno fue pidiendo a S. Roque por sus necesidades. La procesión terminó en el templo sobre las once de la noche con palabras de agradecimiento por parte del párroco, D. Esteban, que felicitó a todos por su colaboración, y como final impartió la bendición a todas las personas que abarrotaban el templo y donde abundaba la gente joven.

Antonio Joaquín Mezcua Roelas