Fecha de publicación: 29 de julio de 2021

Quizás no hubiésemos pensado qué hubiese sido del Hijo de Dios, de Jesús de Nazaret, sin el “sí” de San José. La importancia de la asunción de la paternidad de este carpintero de Judea puede servir de ejemplo para la vida familiar y política de nuestro tiempo.

El profesor del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid y antiguo docente del Instituto Lumen Gentium de Granada, D. José Ramón Peláez, impartirá una ponencia en la que profundizará sobre la figura de este santo, al que todos estamos invitados a mirar en este Año Jubilar josefino.

Peláez asegura que vivimos en un tiempo en que la figura del padre, del papel del varón en la familia, está oculta de algún modo. En este año santo se nos invita a recuperar la paternidad y para ello, el mejor modelo es San José. “Si José renuncia a su participación en el misterio de la Encarnación, Jesús hubiera sido hijo de madre soltera”, afirma.

En su charla, que tendrá lugar este sábado en la Casa de Espiritualidad San Juan Pablo II, el presbítero recordará la importancia del papel del padre como introductor de los hijos en el mundo institucional, les da una nacionalidad, una profesión, una ciudadanía. “Si falta San José Jesús no hubiera tenido el apellido de David, ni sería el hijo del carpintero, ni formaría parte de las tradiciones del pueblo de Israel y no habría estado en el censo romano. Normalmente somos ciegos a esa dimensión de la vida de Cristo y de nuestra vida de cristianos”, dice Peláez.

La paternidad se incardina en ese sentido con toda la vida pública de Jesús y nos puede hablar de la vocación pública de los laicos, una dimensión que habla del “ser ciudadano, de una profesión, de la contribución a la riqueza de tu país y a la construcción de un sistema más o menos justo”, comenta.

La ponencia tratará de poner al santo padre de Jesús como una referencia que escape a la mentalidad individualista y espiritualista de los cristianos, que para Peláez son dos trampas considerables de nuestra vida de fe. “Muchas veces pensamos más en nosotros mismos que nuestra responsabilidad social, o solo consideramos las dimensiones piadosas de la fe y no nuestra implicación de nacer como hijos en el Reino de Dios”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social