El proyecto “Sembrando oportunidades” de Cáritas Diocesana de Granada ofrece una puerta de acceso al mercado laboral a personas en situación de desempleo y en riesgo de exclusión social mediante la formación en “agricultura ecológica”. Nacido en Motril en 2014, esta iniciativa promueve, además, la sensibilización social y la participación del entramado empresarial en la inserción de personas que presentan grandes dificultades de empleabilidad.

Con este proyecto Cáritas apuesta por un nicho de empleo en un sector que se está abriendo paso. Actualmente, la agricultura ha evolucionado en respuesta a las demandas de un mercado cada vez más exigente en metodologías de cultivo respetuosas con el medio ambiente. Atendiendo a esta realidad, la formación específica en producción agrícola es un valor añadido en los candidatos del sector. Motivo por el cual Cáritas Diocesana de Granada opta por ofrecer programas formativos que constituyan para las personas una oportunidad para aprender un oficio y conseguir un trabajo decente.

Gracias a este programa formativo en 2019 un total de 18 personas desempleadas de larga duración, con cargas familiares y bajos recursos económicos, han tenido la oportunidad de formarse en terrenos de cultivo cedidos por el Excmo. Ayto. de Motril en el Puntalón (certificado en ecológico por Caritas), finca experimental la Nacla-Puntalón, el vivero municipal, parque de las Américas y el huerto del convento de las Hermanas Agustinas Nazarenas.

La Parroquia Divina Pastora de Motril ha facilitado el aula donde impartir los contenidos teóricos que, junto al módulo de prácticas, completan las 960 horas formativas. Por su parte, la empresa Comercializadora cultivos de Levante s.l. ha brindado al alumnado la posibilidad de mejorar sus competencias y habilidades mediante prácticas no laborales en sus instalaciones.

Los productos hortícolas cosechados en las distintas campañas de recogida han sido destinados al autoconsumo propio de los participantes y otra parte a la donación al comedor social de Motril.

El proyecto cuenta con la dedicación exclusiva de dos personas contratadas y la colaboración desinteresada de más de una decena de empresas, entidades y organismos públicos, especialmente el Ayuntamiento de Motril y el Fondo Social Europeo Programa Operativo POISES 2019, que aporta el 80 por ciento de los 42.600 euros invertidos en este último año. El resto procede de fondos de Cáritas y en buena parte está destinado a la prestación económica de los estudiantes y la cobertura de gastos de desplazamiento.

El 60% del alumnado ha encontrado un empleo

Como señala Luisa Mª Maeso, directora de Cáritas Diocesana de Granada, “en Cáritas somos conscientes de la necesidad de construir redes que contribuyan al desarrollo de las personas y de la sociedad. Cada una de las empresas juega un papel fundamental en la construcción de una sociedad más inclusiva, justa y solidaria”. La participación empresarial supone un pilar esencial de este proyecto, en el que las empresas del sector se vuelcan con donaciones en especie o servicios profesionales, forman a los aprendices en un entorno real de trabajo y tras las prácticas incorporan a muchos de ellos a sus plantillas. De hecho, once de los participantes de esta edición se han incorporado a puestos de empresas colaboradoras.

Cáritas invita a las empresas del sector a colaborar con el proyecto, mejorando las condiciones de vida de las personas más desfavorecidas y promoviendo un modelo económico más justo y respetuoso con el medio ambiente.

Testimonio

Mª José Carrascosa es una de las alumnas de este curso. Para Mª José ha supuesto una experiencia muy enriquecedora tanto en lo laboral como en lo personal, “hemos aprendido un montón de cosas”, explica, “he trabajado toda la vida en el campo, pero había un montón de cosas que yo no sabía”. Y añade “además de la oportunidad que nos da Cáritas para formarnos, aprender a trabajar en equipo, conocer gente… Los que estamos aquí nos llevamos una amistad para toda la vida”.

Cáritas diocesana de Granada