Fecha de publicación: 16 de enero de 2018

El Octavario por la unidad de los cristianos, la semana del 18 al 25 de enero, nos llama un año más a orar por la restauración de la unidad visible de la Iglesia. Desde hace ya algunos años el Consejo Ecuménico de las Iglesias y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos vienen encomendando los materiales de oración para esta semana de intensa plegaria ecuménica a Iglesias y Comunidades eclesiales confesionales diversas de alguna región geográfica. En esta ocasión, para la semana de oración de 2018 se lo han pedido a las Iglesias y comunidades de la región del Caribe, y los materiales vienen cargados de la historia de poblaciones que fueron en gran medida objeto de la trata de esclavos durante los siglos de colonización, que han dado como resultado una realidad política y social compleja y, según los materiales, «con distintas formas de organización constitucional y gubernamental, que van desde la dependencia colonial —británica, holandesa, francesa y americana— a repúblicas nacionales». 

El contingente poblacional descendiente de esclavos está integrado por gentes cristianas en gran mayoría, aunque de muy distintas confesiones, unos católicos y otros miembros de las congregaciones protestantes históricas y en los últimos años miembros de comunidades evangelistas carismáticas y neo-pentecostales. Todos se han puesto de acuerdo para pedir a las Iglesias y Comunidades eclesiales que durante el Octavario no olvidemos su historia, porque como los israelitas fueron liberados de la esclavitud del Faraón, tras pasar por la opresión de los egipcios, la travesía del Mar Rojo y las pruebas del desierto, el pueblo de Dios alcanzó la meta deseada de la tierra prometida y, con ella, la libertad.

Esta apelación a la historia de la salvación es para ellos fundamental y nos invitan a ver en la semana de oración por la unidad un tiempo de gracia en el cual, inspirados por la gesta liberadora de Dios, que arrancó a su pueblo de la esclavitud para llevarlo a la meta de la tierra prometida, no desfallezcamos en las pruebas que hemos de pasar camino de la unidad deseada de la Iglesia. Los israelitas reconocieron que solo Dios fue el verdadero protagonista de su libertad, y por eso el cántico de María, la hermana de Moisés, tras el paso del Mar Rojo, lo celebra exultante de gozo: «Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder» (Ex 15, 6).

(…)

La Semana de oración por la unidad de los cristianos es ocasión propicia para que conozcamos mejor el diálogo de la Iglesia católica con las Iglesias y Comunidades eclesiales sobre la doctrina de la fe, llevado adelante con gran esfuerzo y dedicación. Es ocasión asimismo para conocernos mejor, porque los cristianos hemos de afrontar juntos el reto de una sociedad que, siendo cristiana en sus orígenes, se aleja de la tradición cristiana de fe. Es, sobre todo, ocasión propicia, para intensificar la oración por la unidad visible de la Iglesia, porque esta unidad sólo puede dárnosla Dios, que es misericordioso, como don que cause nuestra alegría, librándonos de las cadenas que condicionan y atan nuestra libertad de hijos de Dios. Esperando este don de la plena unidad, el Octavario es asimismo ocasión de manifestar en algunos actos de oración que podemos hacer juntos, lo mucho que compartimos en la fe; y la caridad de Dios que ya nos une y se puede testimoniar en algún acto social conjunto. Así iremos rompiendo unas cadenas invisibles que nos mantienen en tantas ocasiones esclavos de prejuicios y sin voluntad para poner de nuestra parte lo que Dios nos pide: un corazón arrepentido de nuestras faltas y pecados y abierto a llegada de su gracia reconciliadora. Con nuestro afecto, os deseamos la bendición del Señor.

Madrid, 18 de enero de 2018

Los Obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales

Adolfo González Montes
Obispo de Almería. Presidente de la Comisión

Francisco Javier Martínez Fernández 
Arzobispo de Granada

Manuel Herrero Fernández, O.S.A
Obispo de Palencia

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