Fecha de publicación: 15 de febrero de 2019

Cuatro proyectos inspirados en fomentar una educación “para la vida real” y otros cuatro para frenar los efectos de las etiquetas y los prejuicios sociales fueron presentados este viernes 15 de febrero por cerca de 150 estudiantes de 11 colegios de Granada, en el cierre de la primera edición del programa Scholas Ciudadanía en esta ciudad, cumpliendo así con uno de los propósitos de este programa educativo internacional impulsado por el papa Francisco: Motivar a los jóvenes a crear y diseñar respuestas concretas ante problemáticas de su entorno.

Los estudiantes expusieron sus propuestas en el auditorio del Centro de Magisterio “La Inmaculada”, CMI, ante la atenta mirada del Arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez; Pilar Aranda, Rectora de la Universidad de Granada, UGR; Miguel López de la Coma, Jefe de Inspección de la Delegación de Educación de Granada; Javier Villoria Prieto, Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UGR; Ana Isabel del Moral García, Decana de la Facultad de Farmacia de la UGR; Maribel Tercedor, Directora Institucional del CMI; Carmen Rosales Varó, responsable del área de Ciencias Sociales del CMI; y José María del Corral, Presidente Mundial de la Fundación Scholas Occurrentes, entre otros.

“Durante la experiencia escuchamos y pudimos compartir nuestras realidades, las que realmente nos afectan. Pudimos identificar que necesitamos una renovación profunda que permita crear lazos reales y genuinos… Entendemos que vivimos en una educación desactualizada que no se acopla a nuestra manera de pensar y no genera espacios para llegar a nuevas reflexiones”; así describieron los voceros de los estudiantes su paso por Scholas, para, a continuación, dar a conocer sus iniciativas.

APRENDIENDO EMPATÍA PARA SCHOLAS

La primera comisión estudiantil tuvo el reto de ofrecer soluciones al tema de los prejuicios sociales; en su conjunto se trata de propuestas basadas en “la cultura del encuentro”, uno de los lemas de Scholas Ciudadanía: una convivencia inter-escolar, aprovechando la red de colegios participantes; un evento de carácter público y pensado para un reconocido parque de la ciudad, en donde propiciar dinámicas entre comunidades diversas; un programa de excursiones y convivencias mensual o bimensual para la red de colegios; y por último, un ciclo de talleres titulado A.E.S., “Aprendiendo Empatía con Scholas”, proyectado a nueve meses, cada uno orientado a un tema diferente: la discriminación, el bullying, la solidaridad, la homofobia, la tolerancia, los derechos humanos, entre otros.

EDUCAR PARA VIVIR

Una segunda comisión preparó un detallado informe que, como el primero y según el protocolo de los programas de Scholas Ciudadanía, será atendido por las instancias educativas y gubernamentales correspondientes. Se trata de iniciativas que parten del corazón de los jóvenes, de su insatisfacción, pero también de su capacidad para incidir en su contexto.

Sin negar la necesidad del currículo vigente, los estudiantes proponen nuevas asignaturas que complementen la educación recibida y que, puestas en práctica, lleguen incluso a incidir en las actuales y en su metodología.

Una de estas asignaturas recibiría el nombre de “Conocimientos orientados a la vida, COV” y otra el de “Educar para vivir”, e incluirían por un lado temas como la autonomía (guías, temas domésticos, independencia); temas económicos y bancarios (facturas, rentas, seguros); respuestas ante emergencias (primeros auxilios, seguridad médica); y por otro lado, temas de valores, motivación y desarrollo personal, tales como educación sexual, orientación profesional, técnicas de estudio, entre otros.

Un tercer proyecto de esta comisión incluye la creación y dinamización de una red escolar, “Red Joven”, que tendría presencia digital (un perfil de Instagram dese el cual crear mensajes para promover la orientación hacia el ámbito laboral y la educación sexual fundamentalmente) y acciones culturales como obras de teatro y mercadillos solidarios, para la recaudación de fondos; una de estas acciones está pensada para afrontar el tema de los embarazos no deseados, desde el teatro y la creación, y colaborar con fundaciones que trabajen en esta problemática.

Por último, los estudiantes plantearon la realización de un taller denominado “Proyecto Crea y Motiva” que tendría como propósito motivar, guiar y concienciar en aspectos como la proyección de uno mismo y habilidades sociales.

En su mayoría se trata de proyectos que serían dinamizados y gestionados por los propios alumnos aunque, para ser llevados a la práctica, varios de ellos requerirían del apoyo institucional, tanto de los colegios como del personal docente y asociaciones de madres y padres de familia, entre otros; conseguir estos apoyos es un reto que los alumnos están dispuestos a asumir, tal como lo expresan en el documento de cierre, en el que planean desarrollar estrategias de comunicación para difundir mejor sus propuestas y mensajes, e incluso el ejercicio de la presión y la movilización social, si no fuesen escuchados.

“No esperen respuestas, aprendan a hacer preguntas” fue el mensaje del Presidente Mundial de Scholas, José María del Corral, para los estudiantes el día del cierre del Programa. “No va a venir nadie a cambiarles la vida, a darles esa respuesta, si quieren que algo cambie, cámbienlo ustedes”. Como se puede ver, los estudiantes tomaron atenta nota de sus palabras.

Esta experiencia contó con el apoyo de la Fundación Banco Santander, Air Europa y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, así como con la colaboración del Arzobispado de Granada, el Centro de Magisterio La Inmaculada y la Universidad de Granada. También se unieron al proyecto Lácteos Puleva, Supermercados Covirán, la panadería La Gracia de Dios, y La Cueva