Fecha de publicación: 17 de abril de 2019

Tú, Señor, dijiste: “Nadie me quita la vida; soy yo quien la entrega libremente”. Y ahora cumples esa palabra sacrificándote, obediente hasta la muerte de cruz. Eres libre para amar, libre para donarte totalmente. Así nos invitas a ser libres de ataduras, de adicciones, de dependencias afectivas que nos desgastan y nos enseñas a ser libres para abrirnos a Dios y a los demás, libres para acoger el gran plan que tu Padre ha soñado para cada uno de nosotros, libres para asumir compromisos sólidos como el matrimonio, el sacerdocio o la vida consagrada, libres en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Señor Jesús, en la cruz clavado y amarrado eres el hombre más libre de todos los tiempos en la suprema libertad que da el amor. El pecado nos ha hecho esclavos, pero tu Gracia nos hace libres.

Gracias Santísimo Cristo de la Paciencia, porque nos abres un camino de libertad en medio de un mundo que nos seduce para esclavizarnos constantemente. Gracias por pensar en nuestro verdadero bien. Te adoramos a Ti, Verdad que nos haces libres.

ORACIÓN:

Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Francisco Javier Espigares
Vicario General

Plaza de las Pasiegas (Granada)
17 de abril de 2019