Fecha de publicación: 5 de marzo de 2021

Eran dos jóvenes de Cartago que fueron arrestadas bajo el dominio del emperador Severo hacia el año 202, junto a otros jóvenes. Perpetua era una joven aristocrática madre de un pequeño niño que estaba amamantando. Felicidad era su esclava y se encontraba en el octavo mes de embarazo.

Perpetua se había iniciado en la religión cristiana por medio de un diácono llamado Sáturo. Con ella se convirtieron también sus esclavos, incluida Felicidad. Fueron apresados todos por ser cristianos.

De Perpetua conservamos su diario, que redactaba en prisión. “Me parecía morir de calor y de asfixia y sufría por no poder tener junto a mí al niño que era tan de pocos meses y que me necesitaba mucho. Yo lo que más le pedía a Dios era que nos concediera un gran valor para ser capaces de sufrir y luchar por nuestra santa religión”, dice de su puño y letra.

Felicidad, por estar embarazada, se salvaba de la condena pero no estaba en paz, sintiendo que sus hermanos en la fe estaban en tal situación. La providencia quiso que diese a luz una linda niña muy poco antes de que se efectuara la condena. La niña fue confiada a una cristiana que la cuidó y la madre acabó compartiendo el bautismo de sangre con sus hermanos de fe.