Nació en Lu-Kia-Chuang en 1881 en la provincia de Hebei en China. Estudió en las escuelas católicas del lugar. Se le recuerda como un joven que destacaba mucho por su inteligencia, caridad y carácter despierto. Esperaban que algún día sería útil a la Iglesia.

Cuando llegaron los bóxers a su pueblo, estaba con el resto de la comunidad cristiana dentro de la iglesia, tal y como lo habían organizado los misioneros Padres Mangin y Padre Pablo Den. No obstante, los asaltantes entraron y después de matar a algunas madres con sus hijos, acabaron con la vida de los dos misioneros.

Mientras quemaban el edificio, Pedro, junto con algunos hombres y jóvenes consiguió huir pasando por la sacristía y saltando por una ventana. Pero llevaba varios días sin comer y estaba ya casi muerto de hambre cuando le encontraron los soldados y lo llevaron ante el general Chen.

El muchacho lloraba de hambre y de miedo, el general le trató bien y le prometió que le salvaría la vida si apostataba, pero él se negó categóricamente. Irritado el capitán mandó decapitarlo allí mismo, en su pueblo natal. Esto sucedió varios días después del 20 de julio, no se sabe exactamente cuál, y el Martirologio ha preferido conmemorarlo hoy.

Fue beatificado por el Papa Pío XII el 17 de abril de 1955 y canonizado por San Juan Pablo II el 1 de octubre del año 2000.