Fecha de publicación: 21 de octubre de 2020

Karol Józef Wojtyla nació en Wadowice, Polonia, en 1920. Su infancia estuvo marcada al poco por la muerte de su madre cuando él tenía 9 años, a la que sumaría más adelante la de su padre, cuando cumpla los 21.

Wojtyla interrumpió sus estudios y tuvo que trabajar en una cantera y una fábrica para poder subsistir bajo la ocupación nazi. Durante ese periodo se sintió llamado al sacerdocio y empezó a asistir al seminario clandestino de Cracovia, además de ser uno de los promotores del “teatro rapsódico” durante la guerra.

Pudo ordenarse sacerdote en 1946 en Cracovia. De allí le mandaron a Roma a estudiar su tesis en teología sobre las obras de San Juan de la Cruz. Ejerció su ministerio sacerdotal durante unos años en Polonia, siendo capellán de los universitarios hasta el 51. Presentó también otra tesis en 1953 sobre la conjugación de la ética cristiana con la filosofía de Max Scheler. El Papa Pío XII lo nombra Obispo Auxiliar de Cracovia con 38 años. Seis años más tarde, ya Pablo VI lo elige como Arzobispo de Cracovia y es nombrado cardenal en el 67.

Juan Pablo II participó ya en el Concilio Vaticano II y fue especial protagonista en la elaboración de la constitución Gaudium et Spes. Desde el año 1978 en que empezó su pontificado, el Papa polaco es recordado por todos por su nueva manera de ejercer su ministerio, llevando a cabo más de un centenar de viajas apostólicos por todo le mundo. Ningún otro Sumo Pontífice se ha encontrado con más personas que Juan Pablo II.

Su labor apostólica fue inigualable y su magisterio, profético. Se preocupó por la relación entre la necesaria relación fe y la cultura, alertó sobre la “cultura de la muerte”, las “estructuras de pecado” y, en definitiva, preparó a la Iglesia para su entrada en el Nuevo Milenio.

Todos conocen el atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981, en la Plaza de San Pedro, sufrió un grave atentado. Él dijo haber notado la presencia maternal de la Virgen salvándole la vida y tuvo un encuentro posterior cara a cara con su agresor, perdonándolo.

Además de ser reconocido como líder influyente, este Papa santo fue un importante intelectual y un pastor carismático, reconocido también por ser un gigante de la oración. Murió en Roma el sábado 2 de abril de 2005, después de una larga enfermedad que afectó a los últimos años de su pontificado. Su beatificación se produjo en el 2014, el Domingo de la Divina Misericordia.