Fecha de publicación: 28 de julio de 2020

Después de un tiempo de ausencia por la situación sanitaria que estamos viviendo, los Amigos de San Andrés volvieron a reencontrarse en este concierto cargado de sentido histórico.

El Cuarteto Gaudí interpretó una cuidada selección de piezas de Mozart, Haydn, Beethoven y Bach en homenaje a las víctimas del coronavirus durante los últimos meses. Lo hicieron frente al altar mayor del templo, en donde se erige la talla de ese Cristo de la Salud que se cuenta que obró milagrosamente a un grupo de enfermos de peste hacia el año 1679.

“El concierto fue para nosotros un auténtico éxito. El fin merecía la pena”, comenta uno de los coordinadores de la asociación, Francisco Almohalla, satisfecho tras celebrar este primer evento después de los meses de confinamiento. Un concierto que no es sino una de tantas iniciativas solidarias para seguir apoyando el proyecto de restauración de este templo que, a pesar de ser una de las primeras iglesias históricas de Granada, llevaba dos décadas cerrado.

LUZ DE PRESENCIA CRISTIANA EN EL ALBAICÍN

El recuerdo y el cariño de la gente del barrio son los motores que impulsan a la asociación Amigos de San Andrés. “San Andrés ha sido el eje que ha mantenido siempre el barrio. Nuestro nexo de unión y punto de unión fundamental”, dice Almohalla. “El barrio ha ido cambiando un poco su morfología en cuanto a población, pero para nosotros siempre ha sido una referencia”, dice, recordando la vida parroquial que tenía San Andrés antes de su cierre.

“Para mi significa mucho, es como una luz encendida de presencia cristiana en el barrio” cuenta otro de los vecinos de siempre del bajo Albaicín y miembro de la Asociación, Diego González. Diego recuerda todavía el día en que tuvieron que echar el cierre y trasladar tanto los cultos como la cofradía de la Borriquilla a la vecina iglesia de Santiago.

Gracias a la labor de la asociación, hoy la parroquia vuelve a tener sus puertas abiertas y la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz ha podido regresar a su lugar de origen. Lo último ha sido la restauración de su campanario, que ahora vuelve a repicar marcando las horas y la vida del bajo Albaicín.

Con iniciativas como este concierto y la colaboración de los más de 700 miembros que componen los Amigos de San Andrés, la parroquia puede volver poco a poco a recuperar esa vida que tuvo y sigue llamando a la colaboración de todos para poder mantener viva la tradición de este templo que fue en sus orígenes concatedral del Reino de Granada.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada