Quisiste Señor entrar en Tu ciudad, la ciudad santa.

Quisiste entrar de una manera solemne y humilde a la vez.

Ibas a Tu Pasión. Querías entras en Tu Pasión. Como Tú dijiste: “Ardientemente he deseado celebrar esta Pascua con vosotros”. Igual quieres llenar esta tarde las calles de Granada después de dos años de silencio, de dolor, y en medio de una situación en el mundo que a todos nos encoge el corazón.

Pero, más aún, quieres entrar en nosotros, en cada uno de nosotros. Llenar nuestros corazones con Tu amor.

Quieres sostenernos en el camino, y en las fatigas, y en las desesperanzas de la vida, y en los dolores de la vida. Esa es Tu Pasión: hacer nuestros dolores parte del dolor de Dios y sostenernos a nosotros con Tu victoria sobre el mal, y sobre el pecado, y sobre la muerte.

Señor, te abrimos las puertas. Pero que no seamos como aquellos que te decían “Hossana”, el día del Domingo de Ramos, y “crucifícale”, el día de Viernes Santo.

(Rezo del Padrenuestro)

Ante la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Paz.

Que cuando llegue esa Imagen supliquemos ardientemente a nuestro Señor por esa paz, que nos parecía una palabra bonita hace unos años y que ahora necesitamos tan dramáticamente; que necesita el mundo tan dramáticamente.

Rezamos un Ave María de antemano, para Ella.

(Rezo del Ave María)

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

10 de abril de 2022
Plaza de las Pasiegas (Granada)