Fecha de publicación: 15 de abril de 2019

Me he querido quedar a hacer una oración ante la Virgen de la Paz, porque tenemos, en el mundo en el que estamos, una tremenda necesidad de paz.

Necesitamos paz en nuestras conciencias; paz en nuestras familias; paz en nuestros lugares de trabajo; paz en nuestra nación; paz entre unas clases sociales y otras; paz en el mundo.

En cuántos países la paz está, en estos momentos, muy seriamente amenazada o destruida. Pensemos en Venezuela, en tantos países de la América Central, en Centroáfrica, en el Yemen, en tantos lugares que ya no se habla porque ya no es noticia, pero sigue habiendo guerras, muertes, víctimas de la guerra, que duran años y años y años.

Por eso, Señora, ante Ti, necesitamos de la paz por todas partes.

Rezamos juntos una Salve.

ORACIÓN:

Dios te salve,
Reina y Madre de Misericordia,
Vida, Dulzura y Esperanza nuestra,
Dios te salve.

A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva.
A Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu Vientre.
Oh Clemente,
oh Piadosa,
oh Dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

14 de abril de 2019