La diócesis canaria recibió con los brazos abiertos a su nuevo prelado, Mons. Mazuelos, que inicia este nuevo destino después de su andadura como Obispo de Asidonia-Jerez desde 2009.

Entre los 16 prelados que acudieron a la cita, estuvieron presentes el Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, el Secretario de la Conferencia Episcopal, Mons. Luis Argüello, así como el Nuncio Apostólico, Mons. Bernardito Cleopas Auza y el Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez.

Su antecesor en el cargo, Mons. Francisco Cases, fue el encargado de darle la bienvenida. “Hoy es un día consagrado a nuestro Dios, un día que llena de gozo a nuestra Iglesia que peregrina en Canarias porque con tu llegada, hermano José, se nos hace cercano el cariño de nuestro Dios”, dijo al recibir a su sucesor, recordando que su nombramiento se produjo en la víspera del aniversario de la fundación de la diócesis canaria.

En esta toma de cátedra como obispo electo de Canarias, Mons. Mazuelos, ante el resto de fieles y autoridades civiles y militares canarias, afirmó que “hoy puedo deciros que quiero ofrecer mi vida con aquel sí alegre, entusiasta, generoso, que le di el día de mi ordenación”. 

JESUCRISTO REDENTOR DEL HOMBRE
Citando a San Pablo recordó que el motor de la Iglesia es “no dudar del amor de Dios”, para no caer en el desánimo. “Dios no nos prometió el éxito aquí abajo, ni siquiera él mismo quiso salvar el mundo con el resplandor de una victoria manifiesta, (…) pero Dios no fracasa, pues saca de ello nuevas oportunidades de una misericordia mayor, no fracasa porque siempre encuentra modos nuevos de llegar a los hombres y abrir más su gran casa con el fin de que se llene del todo”, exclamó.

En esa homilía inaugural, Mons. Mazuelos recordó el contexto social en el que se encuentra el hombre de hoy. Lo hizo citando la Evangeli Gaudium, que recordaba ese reto antropológico que la Iglesia debe encarar frente a “una antropología tecnolíquida que cierra la puerta de la trascendencia, sumerge al ser humano en el mundo de las ideologías y lo encierra en la esclavitud del individualismo”.

El nuevo obispo de Canarias, médico de profesión, recordó que este paradigma antropológico no tiene que llevar a temer o condenar al hombre de hoy “sino a ver en él al ciego de Jericó, al hijo pródigo o al herido recogido por el buen samaritano”, señaló, al tiempo que “nos obliga a mostrar y vivir el tesoro antropológico revelado en Cristo, para que le hombre no termine sus días ahora en la economía del descarte y en la destrucción de la casa común”.

El nuevo obispo pudo así, rodeado del resto de prelados, un centenar de sacerdotes y cientos de fieles, ser el primero en “echar las redes” en nombre de Dios en la diócesis canaria.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada

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