Fecha de publicación: 2 de febrero de 2022

La Colegiata de la Abadía del Sacromonte acogió en la jornada de ayer, 1 de febrero, la tradicional celebración de la Misa por el rito hispano-mozárabe en honor a la festividad de San Cecilio, primero obispo y mártir de la fe en tierras granadinas.

Fieles llegados de distintos pueblos de la provincia como Pitres, Pórtugos, Trevélez, Órgiva, Torvizcón, Escúzar, Víznar, Las Mercedes o de la parroquia del Espíritu Santo y Los Remedios de Granada, se unieron a nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, el Cabildo y otros miembros del clero diocesano, del Seminario Mayor San Cecilio y de la cofradía sacromontana para celebrar la figura de San Cecilio en acción de gracias y para venerar sus reliquias.

En un clima solemne la Eucaristía estuvo acompañada por cantos típicos del rito hispano-mozárabe que se remonta a los siglos en los que Granada estaba bajo dominación islámica y esta era la forma en la que los cristianos conservaron la antigua liturgia hispana. 

LOS MARTIRES DE AYER Y HOY, SEMILLAS DEL EVANGELIO

Durante su homilía Mons. Javier Martínez, destacó que celebrar a San Cecilio es celebrar la memoria de los orígenes del cristianismo en Granada y dar gracias por el hecho de ser cristianos. “Quien ha encontrado a Jesucristo ha encontrado el sentido de la vida, y la muerte y el mal no tienen la última palabra sobre nosotros”.

Asimismo, también elevó una acción de gracias por la festividad del patrón y su testimonio de martirio: “Los martirios siguen, no fueron una cosa de los primeros siglos. De hecho, en los últimos años ha habido más mártires tal vez que todas las persecuciones del tiempo romano, pero también es en estos últimos años donde son cientos de miles los mártires” afirmó nuestro Arzobispo.

Actualmente además de los millones de cristianos que a lo largo de la historia han sufrido martirio en Europa, América u Oceanía, Mons. Martínez tuvo un especial recuerdo para los testigos de la fe que han perdido su vida en Asia, países como Corea, Japón, Vietnam o China donde los mártires son innumerables. “Todos ellos han dado la vida para que la paz pueda florecer en el mundo. Que florezca al menos, Señor, en quienes estamos aquí, y en todos los que tú quieras, a los que pueda llegar este anuncio” imploró.

Al finalizar la Eucaristía, todos los presentes tuvieron la oportunidad de venerar inclinándose ante el relicario con las cenizas del patrón encomendándole sus intenciones.

También D. Javier Martínez elevó una oración durante la celebración a San Cecilio y a Santa María del Sacromonte, “para que en estos tiempos desafiantes y de amenazas de guerra, que todos los cristianos podamos ser portadores , testimonio y constructores de paz, de fraternidad y de hermandad”, señaló.

María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social