Fecha de publicación: 6 de noviembre de 2019

La hermana Yolanda Delgado inauguró ayer este Ciclo de Conferencias sobre el carisma de las Riquelminas a través de la figura de la madre María Emilia Riquelme y Zayas. Durante la alocución, habló sobre cómo se fue gestando estrecha relación entre la Madre de Dios y la pequeña María Emilia, ya desde el seno familiar.

“Desde muy pequeña María Emilia vive en un ambiente cristiano, pues sus padres son de tradición arraigada cristiana. Su madre se muere con 7 años pero en ese tiempo su madre reza con ellos y con sus hermanos. Ahí hay un germen de oración fuerte”, explica.

A la temprana muerte de su madre, el padre de María Emilia empieza a frecuentar diariamente la Basílica de la Virgen de las Angustias con sus hijos, algo que caló hondo en María Emilia, y le hizo ver que ellos seguían teniendo una madre.

La charla explicó detalladamente cómo la tradición de fe familiar tiene en este caso una conexión directa con la vida de la Congregación. “En la familia ellos veneran una imagen de la Inmaculada en la familia, que ahora es venerada en la Congregación. Esta imagen siempre se la llevaban a los oratorios que montaban en las casas en las que iban”, explica la hermana Delgado. “Además, la familia Riquelme y Zayas se une siempre para rezar el rosario. El rezo del rosario fue después para María Emilia un ‘arma’ muy fuerte para ella”.

Los asistentes al acto pudieron descubrir cómo la vida de la futura beata y la de la Virgen fueron tan en paralelo a lo largo de toda su vida y cobraron tanta fuerza, que el carácter mariano ha llegado a tener esa impronta tan fundamental en el carisma Misioneras del Santísimo Sacramento. Tanto así que, como explicó la hermana Yolanda, fue la propia María Emilia Riquelme la que afirmó en varias ocasiones que la verdadera superiora es la María Inmaculada y no ella.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada