Cada rincón de la diócesis ha ido respondiendo de manera distinta. En la ciudad costera de Almuñécar los fieles han vuelto con ganas a participar de la Eucaristía y la Confesión. “La gente se lo ha tomado con mucha normalidad. Hay personas muy responsables a la hora de seguir las normas”, nos comenta el párroco de la Encarnación, D. Vicente Guerrero, que aseguraba que “solamente a las personas mayores les cuesta trabajo salir”.

La paulatina reapertura de los templos también está implicando la reasignación de fechas de Bautizos y Comuniones. El párroco de la Encarnación asegura que se ha visto bastante solicitado en la reapertura del despacho parroquial, “todo lo que se ha ido aplazando la gente quiere irlo retomando poco a poco”, explica.

RETORNO EN UN CLIMA DE ALEGRÍA
En la zona centro de Granada, la Basílica de las Angustias ha vuelto a abrir sus puertas celebrando tres Eucaristía diarias, a las 8 y 11 horas en horario de mañana, y a las 20 horas. “Lo que se percibe los primeros días es mucha sed de retorno al templo y al santuario”, dice el párroco de las Angustias, D. Blas Gordo.

Si bien la asistencia en iglesias como la de la Carrera de la Virgen ha sido bastante generosa, la tónica general es que los párrocos suelan aconsejar a las personas más mayores o de riesgo que sigan siendo prudentes, recordándoles que siguen exentos del precepto dominical mientras dure el estado de alarma.

Casos como el de Nuestra Señora de las Angustias han sido una verdadera sorpresa, pues no se esperaba un retorno tan generoso tan al comienzo de la desescalada. Su párroco nos contaba que este regreso ha estado marcado por “un clima de alegría” propio del tiempo de Pascua, “pues la verdad es que se nota como una intensidad grande a la hora de participar, de responder”, nos contaba.

MANTENIENDO LA RETRANSMISIÓN POR INTERNET
La respuesta es diversa, por supuesto, y en otros pueblos de Granada como Deifontes y alrededores, el ritmo es distinto y no ha habido una asistencia considerable en las parroquias durante estos primeros días de la desescalada.

“Hasta ahora la gente está quedándose en casa”, dice el párroco de Deifontes, D. Pau Codina, que piensa que quizás para los fieles de estos pueblos les cueste cambiar el sofá y la Misa en la tele por el banco de la Iglesia. “ Yo creo que también este tiempo va a servir para purificar de tradiciones de gente que venía sin sentir una necesidad grande de recibir al Señor”, concluye.

Mientras tanto, parroquias como la de Deifontes lo que hacen es aprovechar para ponerse al día y ser exquisitos con la normativa de acondicionamiento del templo para abrir con todas las garantías este fin de semana, que será cuando se prevea un retorno mayor de los fieles a las Misas.

En esa zona hubo varios casos de enfermos por el Covid-19 y eso ha sido seguramente un factor determinante que ha podido agudizar la prudencia de las gentes a la hora de volver a la Santa Misa. Si bien parece que ahora la situación se ha normalizado y ya se sabe del testimonio de varias personas que se han mostrado emocionadas al poder volver a comulgar.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada