La situación actual de pandemia está trayendo consigo, y acrecentando en los casos en los que ya estaba sucediendo, serias dificultades económicas. Una de las Pastorales a las que también ha llegado esta dificultad es a la de Migraciones y concretamente al mantenimiento de los cuatro pisos de los que disponen cedidos por congregaciones religiosas de Granada, para la acogida de jóvenes y mujeres, especialmente con hijos, inmigrantes.

PISOS DE ACOGIDA
Los gastos corrientes empiezan a ser difíciles de asumir y por ello la Pastoral de Migraciones hace un llamamiento para la colaboración de quienes quieran contribuir a una ayuda para su sostenimiento. Los pisos forman parte del Proyecto PAIS en la Diócesis (Pisos de Atención a Inmigrantes Subsaharianos), que acoge a jóvenes de entre 18 y 30 años, principalmente del África Subsahariana, aunque también procedentes de otros lugares. Los pisos son cedidos por congregaciones religiosas, concretamente de los jesuitas, del Sagrado Corazón y de la Compañía de María, estos últimos para mujeres solas con niños.

Según explica el Delegado de Pastoral de Migraciones, D. Manuel Velázquez, “los inmigrantes subsaharianos son el colectivo más vulnerable dentro del fenómeno migratorio”. A estos pisos llegan desde la tutela de la Junta de Andalucía los jóvenes a partir de los 18 años, edad en la que quedan desamparados por cumplir la mayoría de edad, sin trabajo, ayuda y guía para formarse y normalizar su situación.

Gracias a estos pisos de acogida con la Pastoral de Migraciones, algunos jóvenes han podido también trabajar en la campaña de la recogida de la fresa en Huelva, mientras continúan siendo acompañados en las gestiones administrativas y aprendizaje del idioma, un aspecto primordial de su formación para poder subsistir en nuestro país. Una ayuda en la que entre otras comunidades cercanas en las que han encontrado una mano y una mirada amiga están los misioneros combonianos.

“Nosotros les ofrecemos una estancia digna y un proyecto de integración y de capacitación laboral. Aprovechamos los recursos que hay en la ciudad, que son siempre poquitos, de formación laboral, de aprender el idioma, de regularizar las situaciones administrativas de cada uno”, señala el Delegado diocesano.

“Ahora nos encontramos una situación un poco difícil. Hemos recibido siempre el apoyo técnico de Cáritas Diocesana y de ayuda económica, pero ahora nos encontramos con falta de recursos muy grande”, señala D. Manuel en referencia a las dificultades económicas y el incremento en la atención a personas que en estos momentos está afrontando Cáritas, a causa del coronavirus y la falta de trabajo que ha traído consigo.

Aunque la Pastoral cuenta con algunas personas que aportan periódicamente una cuota o donativos, D. Manuel Velázquez reconoce que no es suficiente para esta nueva situación social y de carestía generada, lo que está impidiendo incluso el mantenimiento de gastos corrientes de estos pisos de acogida en luz y agua, por ejemplo, y “con personas con muchas necesidades”.

“Nos encontramos con esa realidad que es muy sangrante y que no tenemos más remedio que atenderla”. Y mientras, “no paramos de tener solicitudes, porque van saliendo chicos nuevos del centro de menores, al cumplir sus 18 años, y demandan estos recursos para poder entrar. Precisamente ahora estamos mirando la posibilidad de cubrir dos plazas de dos chicos, pero tenemos un montón de solicitudes”, explica.

CÓMO COLABORAR
Las personas que deseen colaborar pueden hacerlo a través de la “Asociación Espacio Abierto y Comunitario”, vinculado a esta Pastoral de Migraciones, a través de cuotas mensuales o con donativos puntuales. “Estamos en una situación un poco difícil y hacemos un llamamiento para que nos echen una mano en la mayoría de las posibilidades”.

Las aportaciones pueden hacerse en la cuenta de CaixaBank ES82 2100 2537 1102 10097969 de la “Asociación Familiar Espacio Abierto y Comunitario”, con cuyos fondos cubren estos gastos de los pisos de acogida para inmigrantes de jóvenes entre 18 y 30 años y mujeres solas con hijos a su cargo. También pueden contactar directamente con el responsable de esta Pastoral diocesana en mvelazquezgr@gmail.com

“Desde la comunidad cristiana, desde nuestras parroquias, la llamada es la que continuamente está haciendo el Papa. Precisamente, el lema de la Jornada del Migrante y del Refugiado de este año, que será el último domingo de septiembre, es ‘Como Jesucristo, obligados a huir’. La propuesta es que nosotros tenemos que acoger a Jesús que nos llega a través del rostro de cualquier ser humano que llama a nuestra puerta y que nos necesita. Es nuestro hermano”, explica D. Manuel Velázquez, delegado diocesano de Migraciones, que conoce muy de cerca el drama de estas personas.

Paqui Pallarés
Directora de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada