Y es que nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, junto con los sacerdotes concelebrantes, se han postrado durante unos minutos ante el Altar mayor para pedir al Señor perdón por todos los pecados de la Iglesia. El pueblo cristiano también ha orado al Señor de rodillas. El acto penitencial se ha celebrado en completo silencio y tras él se ha rezado la oración del “Yo, confieso”.

“Todos vamos a orar juntos. Por las veces que todos nosotros no hemos transparentado suficientemente el Rostro de Cristo, el amor de Cristo por cada hombre, por todas las veces que cualquiera de nosotros o cualquiera del cuerpo de Cristo, y especialmente entre los pastores, podamos haber hecho daño a alguien, de cualquier forma, de cualquier modo que sea”, afirmó nuestro Arzobispo en el templo catedralicio al inicio de la Eucaristía.