Nuestra diócesis de Granada celebra, un año más, el tradicional Día de la Cruz, una festividad en la que la iglesia diocesana venera la cruz en tiempo pascual como símbolo del triunfo del amor de Dios. Esta fiesta, de origen oriental, se conmemora especialmente en nuestra ciudad cada 3 mayo llenando las plazas, patios y casas granadinas de la cruz recubierta de alegres flores y también objetos tradicionales de la cultura popular.

UNA TRADICIÓN MILENARIA

La devoción y conmemoración del Día de la Cruz tiene su origen en la cultura oriental en la que esta festividad echó raíces en dos fechas concretas: el 14 de septiembre y el 3 de mayo, esta última fecha es la que se celebra en Granada.

Asimismo, la fecha conmemorativa más antigua es la del 14 de septiembre que tiene su origen en el año 335 a.c cuando el emperador romano Constantino dedicó solemnemente una basílica sobre el sepulcro de Jesús en Jerusalén. Entorno a este hecho histórico se comenzó a celebrar el Día de la Cruz.

También en ese tiempo se conmemoraba el hallazgo de la verdadera cruz de Cristo, madero en el que fue crucificado, y que según una tradición antigua, se dice que lo encontró Santa Elena, madre del emperador.

Aunque no está constatado, también la piadosa tradición cuenta que, al descubrir la cruz, Constantino quiso cargarla para imitar Jesucristo pero ataviado con sus lujosas ropas y joyas. Advertido de esto por parte del obispo que caminaba a su lado, se despojó de sus vestiduras de gobernante para asemejarse verdaderamente al propio Jesús que la cargó con gran penuria y pobreza.

“INVENCIÓN DE LA SANTA CRUZ”

Simultáneamente al 14 de septiembre este hecho también se conmemoraba el 3 de mayo con el nombre de “Invención de la Santa Cruz”. “Invención” viene del latín, “invenio” que significa “el hallazgo”.

Concretamente en mayo, cuentan las crónicas que también se sumó a los motivos de festejo, la recuperación de esta importante reliquia de la Santa Cruz por parte del Emperador Heraclio, en el siglo VII, de manos de los persas que llegaron a robarla.

Ambas festividades, en septiembre y mayo, se celebraban a la vez hasta que en 1960 el Papa San Juan XXIII las unificó en el 14 de septiembre para toda la Iglesia. Ya para ese momento, en algunas diócesis como Granada, estaba muy arraigada la celebración el 3 de mayo por lo que la Santa Sede otorgó el permiso de continuar celebrando el Día de la Cruz en esa fecha alternativa.

El 14 de septiembre pasó a denominarse la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz que es en unión con toda la Iglesia universal.

CRUCES EN GRANADA

“Esta fiesta tiene un sentido muy bonito porque está en pleno tiempo de Pascua y es una manera de exaltar que por medio de la cruz que ha venido la salvación, tiene un sentido profundamente cristiano este día. En el fondo lo que celebramos en mayo es la cruz gloriosa de Cristo, y por eso esas cruces que se adornan con flores, plantas ornamentales, objetos típicos de la cultura popular que nos hablan de la victoria de la cruz. La victoria del amor de Dios”, destaca el sacerdote diocesano D. Manuel García Gálvez.

De esta forma, en la cruz celebramos hasta donde nos ha amado Jesucristo. La cruz es signo de donde estuvo clavado el amor de Dios, un icono, una expresión de hasta donde llega el amor de Dios a los hombres, a la humanidad.

El que se adorne y se celebre el Día de la Cruz dela forma en que nuestra diócesis de Granada lo hace está muy vinculado a la Pascua, que es diferente a la veneración de la Cruz del Viernes Santo, la cruz de mayo es una “cruz pascual” agrega el sacerdote.

María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada