Fecha de publicación: 14 de enero de 2018

D. Jesús Blanco fue párroco durante muchos años en San Emilio, donde se celebrará el lunes 15 de enero a las 10 horas la Eucaristía-funeral y cuyo sepelio tendrá lugar en la Abadía del Sacromonte, donde era canónigo emérito y dirigía hasta hace unos años su Coro. La capilla ardiente se encuentra en el Hogar Sacerdotal de la Plaza de Gracia. 

EN SU RECUERDO
Al conocer la noticia de su fallecimiento me viene al corazón una inmensa gratitud por su tarea pastoral como sacerdote al frente de la comunidad de creyentes en parroquias como San Emilio o en la Abadía del Sacromonte, de donde era canónigo emérito. Y especialmente gratitud por su tarea pastoral en el ámbito de la comunicación. Cuando llegó san Juan Pablo II a Granada, en el marco de su viaje apostólico a España en el año 1982, D. Jesús supo ver la importancia de acercar a todo el mundo, y ser vehículo de transmisión con los medios informativos de la época, de esta visita apostólica; ver y ser enlace informativo de la cercanía en la persona y mensaje de san Juan Pablo II hacia los granadinos, y al mismo tiempo hacia todo el mundo.

Y fue aquella efeméride con la que se ponía el primer peldaño de una pastoral de comunicación en la Archidiócesis de Granada que perdura hasta hoy en el Secretariado de Medios de Comunicación del Arzobispado, por lo que este Secretariado, así como por su testimonio de vida y humanidad, le queda profundamente agradecido.

Su vinculación con los medios de comunicación se plasmaba en la organización informativa con motivo de aquella visita, y que se desarrollaría posteriormente diez años más tarde, en 1992, con la fundación del Semanario Fiesta de Granada y Guadix, que hoy continúa publicándose adaptado a los nuevos soportes y realidad informativa del siglo XXI.

Su dedicación en el ámbito de la comunicación se expandía también a los escritos publicados en el diario Ideal o en la organización de los cursos de comunicación que se llevaban a cabo en la Abadía del Sacromonte junto con la Comisión de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal Española, y organizados desde la Cátedra Padre Manjón, cuya dirección asumió en el año 1988. Precisamente, esta Comisión Episcopal reconocía su dedicación y vocación sacerdotal puesta a disposición de la difusión del mensaje de Cristo a través de la pastoral de comunicación. Lo hizo con la concesión a D. Jesús Blanco de un Premio Bravo hace años por su trabajo diocesano en medios de comunicación.

La comunicación y el periodismo en los años de D. Jesús Blanco no era fácil. Hoy, la comunicación se ha desarrollado extraordinariamente con los nuevos suportes informativos y el avance de las nuevas tecnologías, donde internet ha cobrado un papel destacado en acercar la información y donde los modos de comunicación también han cambiado. Pero la conciencia de D. Jesús de una necesaria pastoral diocesana de la comunicación, y desde su vocación sacerdotal, fueron un binomio importante que daba sus primeros pasos en la Diócesis de Granada para la actual evangelización. Y aunque en los últimos años de su vida no veía nada, seguía sintiendo pasión por la letra impresa, la palabra hablada y comunicada desde su vida sacerdotal.

Además del periodismo y la comunicación, la liturgia, el canto con el coro que dirigía de la Abadía del Sacromonte y su cercanía en todos los destinos parroquiales que le fueron encomendados son sólo algunos aspectos apasionados vividos desde su vocación como ministro de Cristo; la vocación vivida en el amor a Cristo de un hombre que hoy ha llegado a su Destino final, junto al Padre, contemplando su Rostro.

Desde el Secretariado de Medios de Comunicación Social del Arzobispado, y por extensión el Arzobispado de Granada, oramos por su descanso eterno y nos sumamos junto a su familia al dolor por la despedida de D. Jesús Blanco de este mundo, llamado ya a gozar de la vida eterna. Damos gracias a Dios por su vocación sacerdotal, que es siempre un bien para toda la comunidad cristiana en la celebración de los sacramentos y de vida afirmada en Cristo para ser ministro suyo ante el altar. Y damos gracias a Dios por su persona, por su ímpeto siempre dispuesto a colaborar y por esa conciencia de la comunicación y el periodismo al servicio de la Iglesia universal y diocesana, para evangelizar, acercando y llevando a todos los rincones de la Diócesis a Cristo, la salvación de todo el mundo y salvación para todas las personas.

Paqui Pallarés
Directora del Secretariado de Medios de Comunicación Social del Arzobispado