Fecha de publicación: 4 de noviembre de 2022

Karol Wojtyla aterrizó en España para ser “Testigo de la esperanza”. Ese fue el lema del viaje apostólico que realizó en 1982, primero de los cinco que haría a nuestro país, y que le llevó a conocer la provincia eclesiástica oriental de Andalucía. Lo hizo para renovar la fe de todos los cristianos procedentes de Granada, Málaga, Jaén, Cartagena, Guadix y Almería

Los granadinos aún se acuerdan de la “alsina”, nombre con el que llamaban al autobús que transportó al Papa, en sustitución de un coche papal estropeado por la cantidad de confeti que atoraba el motor. De esta manera entraba el Papa en la ciudad, saludando a las multitudes hasta entrar en la Carrera de la Virgen, donde le aguardaba la corporación municipal y los miembros de la Hermandad de las Angustias, antes de arrodillarse en la Basílica ante la Madre de Granada.

El templo se llenó de un profundo silencio, en ese tiempo en que Juan Pablo II estuvo reclinado frente a María, en compañía del Arzobispo D. José Méndez. Después de encomendarse a la patrona, el Papa recibía el escudo de oro de la ciudad de manos del alcalde en la puerta de la Basílica, dando su bendición a Granada.

“TODO EL MUNDO TE BUSCA”

Entre el júbilo de los granadinos, palpable en unas Carrera abarrotada, el Papa salía de nuevo en autobús para dirigirse hacia el recinto ferial del Almanjáyar. Aquel fue el lugar elegido para participar de una liturgia de la Palabra multitudinaria, a la que se calcula que participó en torno a medio millón de fieles que alegraban el ambiente con sus cantos, vítores y pancartas de bienvenida.

“Todo el mundo te busca”, le dijo Mons. Méndez al Papa, haciéndose eco de las palabras de los apóstoles a Jesús en el Evangelio, sobre un altar que adornaban los tapices de la Capilla Real además de la Virgen de la Soledad de José de Mora, y el Cristo de la Catedral obra de Alonso de Mena.

La visita apostólica culminaba un congreso nacional de catequistas y profesores católicos, por ello Juan Pablo II se centró en hablar de la importancia de la educación en la fe. Unos 400 educadores escucharon al Papa exhortando a cuidar la formación religiosa en la escuela, siendo los padres los primeros responsables en transmitir la presencia de Jesucristo.

Después de animarles a emprender una nueva evangelización partiendo de la educación, el Papa se despedía de todos camino de nuevo hacia el aeropuerto, agotado tras una larga jornada que había comenzado por la mañana en Sevilla. “Fue una gozada y un día muy grande para Granada. Un día para reafirmar el sentido de provincia eclesiástica, también para reafirmar la fe y el amor al Santo Padre”, dice el sacerdote D. Manuel Reyes, responsable de la organización de aquella visita papal.

MEMORIA DE UNA VISITA HISTÓRICA

Dos años después de su muerte, que ocurrió en el año 2005, el Centro Cultural Nuevo Inicio quiso hacer memoria de la visita del Papa con una exposición titulada “Juan Pablo II in memoriam. Granada, 1982”, que incluía material audiovisual de su paso por Granada, recogiendo también el eco de la prensa de la época.

Además de esta muestra, la diócesis de Granada cuenta con varias reliquias enviadas por la Santa Sede después del fallecimiento del Papa. Una de ellas se venera en la parroquia de San José de Calasanz, custodiada por la hermandad escolapia del Santísimo Cristo de la Expiración, encontrándose la otra en el altar de la capilla del Centro de Estudios Superiores La Inmaculada.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social