Fecha de publicación: 2 de junio de 2021

En la jornada de ayer, 1 de junio, un grupo de jóvenes de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva recibieron la imposición de las manos y el Santo Crisma de manos del Arzobispo, signos visibles del sacramento de la Confirmación.

Acompañados por miembros de la comunidad parroquial, familiares y catequistas, fueron sus padrinos y madrinas de Confirmación los acompañaron a los nuevos confirmandos al altar para recibir el sacramento después de pronunciar ante Mons. Martínez el nombre del catecúmeno.

CONFIRMACION, ALIANZA DE AMOR Y PROMESA DE VIDA ETERNA

“Todos tenemos sed, una sed honda. Tenemos sed de ser felices, nos damos cuenta de que tiene que ver con que a uno le quieran, si uno se siente bien querido está más contento, seguramente a lo largo de la vida humana es lo que más nos hace sufrir.

Lo que sucede en esta tarde es que Dios os vuelve a decir a cada uno de vosotros lo que dijo en la Cruz y los explicó en la última cena: “Esta es la alianza nueva y eterna en Mi sangre. Una alianza de amor para siempre. Dios es amor. Dios no sabe hacer otra cosa que no sea querer. Lo grande de ser cristianos es haber conocido ese amor. Pase lo que pase en la vida el Señor no va a dejar nunca de quereros”, resaltó nuestro Arzobispo.

Asimismo, también durante la homilía Mons. Martínez se dirigió a los padres y familiares de los confirmandos: “La definición que alguien dio del amor en el siglo XX es: “amar a alguien es decir quiero que no mueras nunca”. Nadie puede cumplir ese deseo, pero el Señor sí. Nos ha prometido con su vida divina la vida eterna, la muerte ya no es lo último sino que es un paso más la vida eterna”, destacó.

María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social