Nació en Nacido en 1837 y fue el último de nueve hijos de una familia turinesa. Fue uno de esos muchachos que se encariñaron con el sacerdote santo por su simpatía y afecto. Cuando los muchachos jugaban con Juan Bosco éste les regalaba una estampa o una medallita. Cuando se acercó el joven Miguel Rúa, Don Bosco no le dio nada, sino que le dijo mientras se hacía un corte simbólico con la mano: “Toma, Miguelín, toma: nosotros dos haremos las cosas a medias”. Increíble porque el beato sería la mano derecha de Juan Bosco.

Entró en el Oratorio con 17 años como interno, en donde tomó más conciencia de la obra salesiana. Fue el primer hijo espiritual de Don Bosco en hacerse sacerdote. Se elogiaban mucho sus virtudes y especialmente su piedad. Después de empezar cono director espiritual, fue confiado como director del Colegio de Mirabello, prefecto de la casa de Turín, además de encargado de los asuntos administrativos y de los talleres de la obra salesiana. También colaboró en la edificación del Santuario de María Auxiliadora.

Murió hacia el año 1910. Cuando el Papa Pablo VI lo beatificó en 1972 destacó de él el hecho de ser continuador y ejemplo de San Juan Bosco convirtiendo “su Regla en un espíritu, su santidad en un modelo”.