Fecha de publicación: 20 de junio de 2021

Nacido en 1530 el condado de Tipperary en Irlanda, Dermicio O’Hurley creció en el seno de una familia acomodada. Fue mandado a estudiar a Lovaina para ser abogado de derecho canónico y civil. Fue decano en la universidad durante una buena parte de su vida. Luego de otros cuatro años como enseñante al seminario de Reims, donde enseñó Derecho canónico hasta 1570.

que marchó a Roma donde fue conocido por su piedad y sabiduría entre sus paisanos irlandeses.

En 1570 fue a Roma y entró para cursas sus estudios sacerdotales, aunque hasta aquel momento había ejercido su vida de laico. Se ordenó en 1581 y fue directamente consagrado como arzobispo de Cashel. Irlanda se encontraba en plena época isabelina, con persecuciones y homicidios entre los distintos credos cristianos. Logró entrar secretamente en su país natal de incógnito, vestido de paisano. Finalmente el conde Tomás Butler, que se había hecho anglicano, pero que detestaba la persecución contra los católicos lo acogió en su casa.

Fue primero a la prisión de Kilkenny y después trasladado en 1583 a la cárcel de Dublín. Allí fue torturado cruelmente. Una de las torturas consistía en meter sus pies en aceite hirviendo, para que confesara lo que supiese del complot de Roma y España contra Inglaterra. Tampoco abjuró de su fe, negándose reconocer la primacía de la Reina sobre la Iglesia anglicana.

En verano del 1854, fue declarado reo de alta traición. Fue ahorcado al amanecer del 20 de junio en las afueras de la capital irlandesa. El papa San Juan Pablo II lo beatificó el 27 de septiembre de 1992, junto a otras 16 víctimas que formaban parte de la misma persecución contra la fe católica.