Damián Furcheri, también conocido como Damián de Finario, nació a principios del siglo XV en el pueblecito de Perti, cerca de Finario, que es actualmente Finale Borgo, no lejos de Génova.

Algunos historiadores muy posteriores cuentan que, cuando Damián era aún muy niño, fue raptado por una personas con problemas psiquiátrico. Cuentan que una luz milagrosa señaló a quienes le buscaban el sitio en que el secuestrador había escondido a Damián que pudo ser devuelto a su casa.

Ya desde muy joven Damián sentía inquietud por las cosas de Dios y el deseo de seguir a Jesús, por ello ingresó en la orden de Santo Domingo y llegó a ser un predicador muy famoso en Lombardía y Liguria a las que llevó sin descanso el Evangelio.

Murió en 1484, en Reggio, cerca de Módena y allí fue sepultado. Después de su muerte, se le atribuyeron numerosos milagros en distintos momentos históricos confirmándose por el Papa Pío IX el 4de agosto de 1848.