Fecha de publicación: 13 de septiembre de 2021

Un clima de fiesta invadió la iglesia de San Miguel de Armilla el pasado viernes 10. Un grupo de chicos y chicas, de edades comprendidas entre los 12 y 15 años, asistieron a esta celebración en la que recibían el último de los sacramentos de iniciación cristiana.

A pesar de los inconvenientes de la pandemia, los chicos no dejaron de asistir a sus catequesis semanales, asistiendo presencialmente en la iglesia siempre que fuese necesario y guardando las medidas de seguridad sanitarias.

Antes de comenzar la celebración, el Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, quiso acercarse a los jóvenes para tranquilizarles y animarles a prepararse para recibir lo que no dudó en calificar como “un regalo inmenso para su vida”.

Junto a D. Alfredo López y D. Antonio Luis Martín, párrocos in solidum de San Miguel, el Arzobispo presidió la Eucaristía. Durante su homilía les recordó a cada uno que son hijos únicos amados de Dios, llamados a vivir de ese gran amor del Señor por cada uno y con la sencilla misión de compartirlo con muchos otros en su camino. “Desde ahora tenéis una gran responsabilidad, que es la de regalar lo que hoy se os regala a vosotros”, dijo D. Javier.

Rodeados de su familia y padrinos de confirmación, les recordó que formaban parte también de otra gran familia que es la Iglesia, concretamente ahora en su comunidad parroquial de Armilla. Una parroquia en la que siempre podrán encontrar a un sacerdote, a un amigo y la recepción de los sacramentos.

Durante las peticiones, uno de los chicos más jóvenes, se quedó sin palabras de la emoción. Una anécdota que testimonia el clima cercano y profundo vivido durante la ceremonia. “Yo les he visto muy satisfechos y con una gana de seguir viviendo la fe”, dice D. Antonio Luis. “Percibí ese deseo de que habían recibido un sacramento y las ganas de vivirlo con plenitud”. Otra de las confirmandas era una joven brasileña cuyo padrino de Confirmación era su novio, que acababa de recibir los tres sacramentos, Bautismo, Comunión y Confirmación unos días antes.

Lina, otra de las catequistas y profesora de religión, que ha estado acompañando a este grupo de chicos, algunos de los cuales venían de parroquias como la de Virgen de Gracia o las Angustias, afirma que estaban muy concienciados de lo que iban a vivir. “Todos estaban emocionados. Todos tenían esa chispa”, cuenta. “Algunos me dijeron que tenían muchas ganas de seguir adelante y ya me preguntaban que qué van a hacer el año que viene en la parroquia”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social