A la hora de afrontar el mal, hemos de aprender -del ejemplo de muchos ancianos- a unir nuestra oración a la de Jes… https://t.co/8E0Z5zOwdz
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Pedro de Jesús Maldonado es un clérigo católico que murió durante la persecución religiosa en Méjico de los años 30.
El 10 de febrero celebramos la memoria de la beata Eusebia Palomino. Una religiosa salesiana que se entregó en oración y ofreció su sufrimiento durante los años de persecución religiosa en España.
Recordamos la historia de esta mártir copta del s. III, que murió dando un gran testimonio de fe durante un levantamiento local contra los cristianos. Es la patrona de los dentistas.
Una santa que descubrió lo afortunado que es ser un bautizado y acabó abrazando la profesión religiosa después de una vida degradante, entregada como esclava a los hombres. Su vida cambió cuando descubrió que el “patrón” del Cielo no era como los negreros que había conocido en la tierra.
El santoral nos pone delante a una gran Hija de la Caridad: la beata Rosalía Rendu. Se entregó desmedidamente y con pura caridad a la gente más pobre de los suburbios parisinos en la Francia del XIX.
Un gran santo es San Pablo Miki, natural de Japón, que entregó su vida a la Compañía de Jesús y acabó siendo el primer japonés martirizado por predicar el Evangelio durante el s. XVI. Junto a él, otros mártires que dieron su vida hasta la sangre por anunciar a Jesús.
El 5 de febrero nos acordamos de una de esas grandes mujeres de los primeros siglos del cristianismo: Santa Águeda de Catania. Hija de una familia noble, se negó a ceder a los deseos del procónsul romano que quería poseerla, después de haberse consagrado como virgen a Jesucristo . Es una de las santas más laureada por poetas, escritores y pintores de la historia de la Iglesia.
Este santo abad, San Isidoro de Pelusio, quiso imitar la vida de Juan el Bautista y se despojó de todo para irse al desierto en el s. IV. Todo lo que sabemos de él es principalmente por su correspondencia personal.
El 3 de febrero celebramos a San Blas, patrono en muchas localidades de nuestro país. Fue obispo y mártir que padeció bajo el emperador Licinio en la ciudad de Sebaste, en Armenia. El culto de este santo se extendió durante la Edad Media, como protector de los problemas de garganta.
Una santa incomprendida en su tiempo por haber querido hacer reformas educativas en el s. XIX en Canadá. Se la considera una mártir del silencio.