Con ello se pretende tanto hacerles llegar la palabra de Dios como de integrar más la existencia de la pastoral y de los internos en la vida de las parroquias.

La capellana de la penitenciaría, María Victoria Romero, habla del olvido que se hace muchas veces de los internos, pues es cierto que hay también creyentes en las cárceles. “La gente que llega allí viene muchas veces de dar tumbos por la vida y llega un momento en que las mismas circunstancias les hacen tocar fondo, y cuando una persona toca fondo lo que anda buscando es un agarradero existencial fuerte. En este sentido, el encuentro con Dios allí es mucho más profundo, mucho más auténtico”, señala.

En entornos duros y momentos de la vida difíciles como son la vida de las cárceles, la presencia de la Iglesia se hace así especialmente importante, de ahí el sentido de la campaña.

Son los propios internos los que agradecen la compañía eclesial que tienen disponible. Por eso mismo la campaña también pretende de paso hacer un pequeño llamamiento de voluntarios que quieran colaborar en las cárceles. “Si hay personas que quieran colaborar con nosotros en esta labor, también lo agradeceríamos, pues todas manos son pocas”, como expresa la capellana.

De todos los evangelios recogidos de esta campaña, que ya solo en las librerías paulinas de Granada fueron unos 200 el año pasado, se les hará llegar como parte de un regalo de Navidad a los internos.

Ignacio Álvarez
Delegación de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada