Fecha de publicación: 25 de febrero de 2013

Vía Crucis penitencial celebrado en la Santa Iglesia Catedral, organizado por la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Granada y dirigido por Mons. Javier Martínez.

 

La intensa lluvia caída la noche del viernes 22 de febrero impidió la procesión del Cristo Crucificado que se venera en la Sacristía de la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias pero no la celebración del Vía Crucis Penitencial, organizado por la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Granada y dirigido por nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez en la Santa Iglesia Catedral. En esta ocasión, el Vía Crucis estuvo presidido por la Sagrada Imagen del Cristo Crucificado que preside el altar mayor de la Catedral.

Antes de iniciar el rezo del Vía Crucis, Mons. Martínez dirigió unas palabras a los fieles invitándoles a vivir ese momento de oración con la súplica de conversión y la conciencia de la entrega de Cristo por cada uno de nosotros: “Vamos a vivir este momento, es un momento siempre de gracia, de suplica de conversión, de ofrecimiento también de nuestros males y nuestros dolores por el mal del mundo, unidos a la Pasión de Cristo. Nosotros le acompañamos como lo haremos en la Semana Santa en las Estaciones de penitencia en un gesto simbólico, siendo Él, en realidad, quien nos acompaña todos los días de nuestra vida. Con este gesto nosotros agradecemos esa compañía, esa presencia de Jesús y, al mismo tiempo, nos queremos unir a su Pasión redentora, a su amor por el mundo y por los hombres que llega hasta la muerte y hasta más allá de la muerte”.

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En el templo catedralicio se dieron cita los cofrades y fieles granadinos en comunión y oración durante las catorce Estaciones que se llevaron a cabo en su interior: “La Última Cena”, “El beso de Judas”, “Negaciones de San Pedro”, “Jesús es sentenciado a muerte”, “Jesús cargando con la cruz”, “Jesús cae bajo el peso de la cruz”, “El cireneo ayuda al Señor a llevar la cruz”, “La Verónica enjuga el rostro de Jesús”, “Jesús es despojado de sus vestiduras”, “Jesús es clavado en la cruz”, “Jesús muere en la cruz”, “El Descendimiento”, “Jesús en brazos de su madre” y “Jesús es puesto en el sepulcro”.

“En este rato de oración, acompañaremos a Cristo en los pasos que Él dio hasta llegar al monte Calvario para ser crucificado. Avivaremos nuestro amor siguiéndole de cerca. Guardaremos profundo silencio en el ambiente exterior y dentro de nuestro corazón, no dando entrada a pensamientos ajenos a esta piadosa contemplación”, fueron las palabras con las que se inició el recorrido del Vía Crucis, cuyo texto en cada Estación y la meditación del Evangelio fueron tomados del Vía Crucis para la Jornada Mundial de la Juventud a cargo de las Hermanas de la Cruz, celebrado el 19 de agosto de 2011 en Madrid.

Durante el recorrido, se rezó por todos los hombres y mujeres del mundo que son víctimas de injusticias, persecución, marginación, malos tratos, pobreza, esclavitud, vejaciones… “a los que Jesús les dice que no están solos, pues él asume su dolor y camina a su lado”.

Tras la Sagrada Imagen del Crucificado, acompañaron a Mons. Martínez en el Vía Crucis el Deán de la S.I Catedral, D. Juan Gutiérrez, y los canónigos de la Catedral D. Antonio Muñoz Osorio y D. Manuel García Gálvez. Junto al resto de cofrades, asistieron el  párroco de la Basílica, D. Francisco Molina, el presidente de la Real Federación de Hermandades y Cofradías, Antonio Martín, el Hermano Mayor de la Hermandad de las Angustias, Francisco Salazar, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Granada, Fernando Egea, y la concejala de Presidencia, Rocío Díaz.

via crucis_catedral2Ante la Virgen de las Angustias
Ante Nuestra Señora de las Angustias, Mons. Martínez rezó la Oración final del Santo Padre Benedicto XVI durante el Vía Crucis de Madrid 2011: “Madre y Señora nuestra, que permaneciste firme en la fe, unida a la Pasión de tu Hijo, al concluir este Vía Crucis, ponemos en ti nuestra mirada y nuestro corazón. Aunque no somos dignos, te acogemos en nuestra casa, como hizo el apóstol Juan, y te recibimos como Madre nuestra. Te acompañamos en tu soledad y te ofrecemos nuestra compañía para seguir sosteniendo el dolor de tantos hermanos nuestros que completan en su carne lo que falta a la pasión de Cristo, por su cuerpo, que es la Iglesia. Míralos con amor de Madre, enjuga sus lágrimas, sana sus heridas y acrecienta su esperanza para que experimenten siempre que la Cruz es el camino hacia la gloria y la Pasión el preludio de la Resurrección. Amén”.

Con la bendición y la adoración de nuestro Arzobispo al Cristo Crucificado concluyó el Vía Crucis penitencial 2013 en la S.I Catedral de Granada.