En este mismo momento en el que yo tomo la palabra hay personas entregando su alma a Dios, muriendo, en las ucis de muchos hospitales; hay personas luchando cuerpo a cuerpo con la muerte, en sus casas y en hospitales también, en las calles, en las carreteras, frutos de los accidentes; y también a lo largo y ancho del mundo, también de las guerras, en las que se mata y se muere, por intereses que, normalmente, no tiene nada que ver con los pobres soldados, sino con intereses de otro tipo, generalmente económicos.

Por otra parte, Señor, la muerte es lo menos previsible para ninguno de nosotros. Por eso, ha sido una oración grande a lo largo de toda la Tradición cristiana, también en las iglesias protestantes: la oración que pide una buena muerte.

Te la pedimos para nosotros y Te la pedimos también para que se arrojen en tus brazos aquellos que ahora mismo luchan con la muerte en el mundo entero.

ORACIÓN:

Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

Plaza de las Pasiegas (Granada)
19 de abril de 2019