Fecha de publicación: 21 de marzo de 2016

Una de las lecturas y de los modos de leer la Pasión es la imagen justamente del Rescate. El Hijo de Dios ha venido hasta el abismo de nuestra pobreza, de nuestras miserias, a rescatarnos del poder del mal, del poder también de la desesperanza, del vacío. El Papa Francisco suele hablar mucho de la “cultura del descarte”, de a cuántas personas dejamos abandonadas en el camino, de a cuántas personas les afecta nuestra indiferencia.

Señor, primero, haz que sintamos y seamos conscientes de que Tú vienes para rescatarnos de nosotros mismos e introducirnos en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Y luego, haz que cada uno de nosotros podamos ser en la vida, con las personas que tenemos cerca, instrumento también de rescate; rescate de su dignidad, rescate de su aprecio por la vida misma, por sus propias personas. Que podamos reconocer el bien único que cada persona es y aporta a la vida y al mundo.

Padrenuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
Lunes Santo, 21 de marzo de 2016
Plaza de las Pasiegas