Fecha de publicación: 24 de marzo de 2016

Tú, Señor, hiciste que el padre del hijo pródigo saliera corriendo a su encuentro, cosa que no hubiera hecho ningún padre judío de aquella época. Pero Tú salías al encuentro de los pecadores. No sólo salías a su encuentro, sino que entrabas en sus casas, comías con ellos, provocando el escándalo y provocando tu propia muerte con aquella actitud que rompía la ley judía. Tú también dijiste: “Un hombre tenía dos deudores, uno le debía 500 denarios, otro 50″. A los dos les perdonó, quién amará más”. Y el fariseo respondió: aquél a quien más le había perdonado.

Señor, cuánto amor no tendríamos que tenerte. Es tanto, tanto, tanto, la deuda que Tú nos has perdonado a cada uno de nosotros, a todos los hombres. Te damos gracias.

Padrenuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
Jueves Santo, 24 de marzo de 2016
Plaza de las Pasiegas