A principios del año 2000 la situación en Argentina no era fácil. Una recesión económica, que en el país comenzó en torno 1998, derivó años más tarde en la imposiblidad para los argentinos de retirar su dinero en efectivo, lo que llevó a la pobreza a muchas familias, especialmente de clase media, pese a disponer de ahorros.

En esa situación, la violencia hizo su aparición y familias que antes vivían con dignidad ahora no tenían para comer, lo que les llevó a buscar alimentos en la basura y dando lugar a la aparición de los llamados “cartoneros”, por dedicarse a la búsqueda de cartones para obtener unas monedas.

Es el contexto en el que nació este proyecto educativo, cuando Jorge Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires, explicó José María del Corral, Presidente y Director mundial de Scholas Ocurrentes, el jueves día 14, en rueda de prensa en el Centro de Magisterio “La Inmaculada”. Bergoglio quiso escuchar qué tenían que decir los jóvenes, sin intermediarios de ningún tipo. Y fue así como jóvenes procedentes de distintas confesiones religiosas (católicos, judíos, evangélicos y musulmanes) se congregaron por primera vez, y cuyo interés despertó en ellos la continuidad de un encuentro periódico durante los siguientes seis meses.

La iniciativa comenzó con 60 jóvenes y, lejos de apagarse cuando Bergoglio es elegido Pontífice, se expandió por todo el mundo, hasta alcanzar hoy los 190 países que trabajan en red por una educación que favorezca el encuentro con la otra persona y se presenten propuestas para los jóvenes y no al servicio de ideologías o sistemas establecidos. Las propuestas fueron llevadas por primera vez a la cámara de representantes en Argentina, dando origen a la Ley de Educación 2169.

“La propuesta de Scholas es no quedarse esperando a que venga un ‘genio’ a arreglar la vida, sino que ellos con 16 años sean capaces de generar cambios”, explica José María del Corral. Cuenta el caso concreto en San Antonio de los pobres, en la provincia de Salta en Argentina, cuando llegaron a hacer la experiencia de Scholas y preguntaron a los jóvenes qué problemas tenían. Una chica dijo: “Mi hermano de 15 años se suicidó”. No era el único. En esta pequeña localidad argentina, el año pasado se produjeron 30 suicidios sin que el propio gobernador ni el pastor evangélico del lugar supiesen qué hacer. “Hoy -explica el Presidente y Director mundial de Scholas Ocurrentes- esa cifra de suicidios es cero, porque los jóvenes no se quedaron esperando que viniera alguien, ellos mismos hicieron la acción con un cine y debate, bajando el consumo de alcohol, teniendo un principio y un fin, y pintando el puente desde donde se tiraban”.

EXPANSIÓN A TODO EL MUNDO

Esta iniciativa educativa, constituida desde 2013 en Fundación, ya ha pasado por otras ciudades españolas, como Madrid, Barcelona, Vigo o Valencia.

En el mundo, este proyecto se extiende desde África, como en Mozambique, hasta Asia, donde fue posible el encuentro de jóvenes palestinos e israelíes en diálogo, llegando hasta Granada, donde esta semana se han congregado 150 alumnos procedentes de 11 centros educativos, ya sean públicos, privados y concertados: IES La Paz; IES Soto de Rojas; Virgen de Gracia; La Presentación; CDP Juan XXIII Zaidín; CDP Juan XXIII Cartuja; CDP Juan XXIII Chana; Escolapios Genil; Escolapios Cartuja; Colegio Monaita; Colegio Mulhacén.

Una semana que ha unido a estudiantes granadinos de Secundaria de distintos ámbitos socioeconómicos y culturales, así como de etnia, para debatir, plantear propuestas y compartir tiempo y actividades artísticas, tecnológicas y deportivas, para una educación que tenga en cuenta toda su humanidad y ser protagonistas de su propia vida y la vida en sociedad siendo adolescentes y futuros adultos.

Paqui Pallarés
Directora del Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada