Fecha de publicación: 6 de noviembre de 2018

El acto, que coincidió con el día de Formación Permanente del Clero, contó con la presencia de un numeroso grupo de sacerdotes y fue presidido por el Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, además de la asistencia de una multitud de fieles tanto de la zona como de otras partes de la provincia, que se desplazaron especialmente para la ocasión.

Las tres urnas con los restos de los sacerdotes beatos Facundo Fernández Rodríguez, Manuel López Álvarez, Gregorio Martos Muñoz, Juan Moreno Juárez y Juan Muñoz Quero, fueron llevados en procesión hasta el altar de la parroquia por el Vicario general, D. Francisco Espigares, el Vicario Episcopal para el clero, D. Blas Gordo, y el actual párroco de la parroquia de Válor, D. Carlos José Fernández Peñafiel.

Tras el rezo de la Hora intermedia, el Capellán mayor de la Capilla Real, D. Manuel Reyes, puso en contexto la vida de los martirizados en Béjar dentro del amplio marco de los mártires granadinos a lo largo de la Historia, en relación directa con la exposición actual que tiene lugar en la catedral.

Tras ello, el Vicepostulador de la Causa de beatificación, D. Santiago Hoces, honró la memoria de cada uno de los venerables beatos mártires con un relato detallado de su vida y muerte. Recordó que hubo “algunos que no murieron por motivos políticos, sino por odio a la fe”, al tiempo que señaló cómo la mayoría de los mártires beatificados contemporáneos en España lo han sido porque pertenecían a congregaciones o instituciones religiosas que han estado trabajando durante años detrás de su beatificación, de modo que apenas hay sacerdotes diocesanos beatificados, sencillamente porque no se ha ido cediendo un espacio de tiempo para examinar su causa.

Durante la Eucaristía, Mons. Javier Martínez, haciéndose eco del análisis de D. Santiago, enfatizó sobre la idea de que tampoco hay “apenas beatos fieles cristianos laicos”, pues durante la guerra no fueron solo sacerdotes o religiosos los que fueron martirizados, sino que todo el Pueblo santo de Dios el que fue martirizado. Al mismo tiempo, subrayó de nuevo la idea de que “a los santos no hay que aplaudirlos, hay que imitarlos, o a pedirle al Señor que nos ayude a mirar adonde ellos miraban”, insistiendo sobre la idea de que resulta igualmente nocivo pretender servirse de los mártires para alguna causa política. 

Concluida la celebración, el acto terminó con el traslado de las reliquias a un altar de mármol situado en una capilla lateral dedicada a Nuestra Señora de Lourdes, con los nombres de los mártires del cementerio de Béjar grabados en letras rojas.

Ignacio Álvarez
Delegación de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada