Nació Frutos, en el año 642, en el seno de una familia rica segoviana unto a sus hermanos Valentín y Engracia. La fe inculcada durante su infancia debió de ser determinante, pues los tres se revelaron como grandes cristianos. Ya de jóvenes, Frutos les propone un cambio radical de vida y deciden vender sus bienes a los pobres. Dejaron la ciudad de Segovia y empiezan a llevar a cabo prácticas de penitencia, soledad y oración con el Señor. Hay tres ermitas en el río Duratón donde se dice que ellos rezaron.

Entonces se encuentran en medio de la invasión musulmana a los visigodos. A pesar del peligro, Frutos se dedica a intentar convertir a algunos mahometanos de su entorno, defendiendo también a cristianos que huían de sus perseguidores.

Se sabe que murió en el año 715 con fama de santidad. Los restos de sus hermanos, Valentín y Engracia, decapitados por los sarracenos, se colocaron junto a los suyos y siguen siendo hoy venerados.