La #PalabradeDios se hizo Rostro, el Dios invisible se dejó ver, oír y tocar (Jn 1, 1-3). La palabra es eficaz sola… https://t.co/ExSY4A0Evy
- Heb 3, 7-14.
- Sal 94.
- Mc 1, 40-45.
Se le acerca un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés». Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.