Fecha de publicación: 4 de diciembre de 2014

Isaías 40, 1-5.9-11
Salmo 84, 9-14
2ª Pedro 3, 8-14

Marcos 1, 1-8

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el Profeta Isaías: “Yo envío a mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino”. Una voz grita en el desierto: “Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos”. Juan bautizaba en el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: “Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo”.