En el marco del Año Jubilar Avilista 2019-2020, el martes 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, se abrió el Congreso internacional dedicado a la figura del santo y que congrega en Baeza a 250 estudiosos procedentes de distintos países.

La Eucaristía en el primer día de este Congreso fue celebrado por el Prefecto para la Congregación del Clero, cardenal Beniamino Stella, que accedió al templo catedralicio tras besar el Lignum Crucis. Nuestro arzobispo, D. Javier Martínez, concelebró la Eucaristía, junto a sus hermanos en el episcopado andaluz y de toda España, y 250 sacerdotes. Desde la Diócesis de Granada, junto a nuestro arzobispo también participó en esta apertura el Vicario General D. Francisco Javier Espigares.

En su predicación en la homilía, el cardenal Stella ha aludido al santo avilista y también ha recordado a Santa Teresa de Jesús, “quien al conocer la muerte del Maestro Ávila se afligió porque con su fallecimiento, ‘la iglesia de Dios pierde una gran columna y muchas almas un gran amparo’”, informó la Diócesis de Jaén.

“El misterio que encierra la vida de Juan de Ávila es Cristo. El amor a Cristo recordamos con admiración a Juan de Ávila del que podemos decir que fue un fiel trasunto de Cristo buen pastor: que conoce a sus ovejas y es conocido por ellas”, señaló Mons. Stella. El Prefecto para el Clero también recordó que el Maestro Ávila dejó fuera de su vida honores y prebendas, muriendo en un pobre jergón, dejando tras de sí, “una cruz de palo, algunos libros y un magisterio lleno de coherencia con la vida que llevó”.
Tomando prestadas las palabras del Apóstol de Andalucía, Monseñor Stella ha dicho a los presbíteros congregados en la Catedral, “Olvidad la majestad y superioridad y haceros humildes si no queréis que huyan las ovejas de vosotros”, para añadir, “Los predicadores siempre se han destacado por tener su confianza en el maestro del que lo envía, como San Juan de Ávila con una vida marcada por la austeridad y la pobreza”.

Según informa la Diócesis de Jaén, “en su predicación, el Cardenal ha explicado que ‘los sacerdotes de hoy podemos encontrar dificultades para vivir el desapego a lo material, mundanizando, así, nuestro ministerio’. Por lo que, recordando al Papa Francisco, les ha pedido a los sacerdotes, alejarse de todo lo material para ser verdaderos discípulos misioneros. Y ha concluido sus palabras recordando que el ideal sacerdotal que presenta San Juan de Ávila no es inalcanzable, ‘se llega a él con la oración y la confianza en el Señor’”.

Tras la Santa Misa y la bendición apostólica, se ha venerado las reliquias de San Juan de Ávila.

Paqui Pallarés
Directora de Medios de Comunicación Social