Fecha de publicación: 30 de octubre de 2018

Al tener conocimiento del nombramiento por el Santo Padre del nuevo Obispo de Guadix, no puedo mas que dar muchas gracias a Dios. Se las doy a Él y al Santo Padre, por haber cubierto esta Diócesis, que ya llevaba unos cuantos meses sin Obispo y que tenga un Pastor. Que Dios bendiga también a su pastoreo; que pueda continuar la obra tan cariñosamente y tan bien hecha por su antecesor, D. Ginés.

Doy gracias a Dios también por la figura del Administrador diocesano que ha sido todo este tiempo un servidor generoso de la Iglesia de Guadix, D. José Francisco, y al mismo tiempo me alegro muchísimo del nuevo Obispo de Guadix.

Yo he conocido a D. Francisco Orozco en sus primeros años de sacerdocio, cuando era un cura recién ordenado en Córdoba. Fue allí Delegado de Juventud y, por lo tanto, tiene una perfecta sintonía con el Sínodo que se acaba de concluir y con el Papa Francisco, en la conciencia de que hay que trabajar con los jóvenes y descubrirles las riquezas y las bellezas que tiene la vida que Cristo nos da. La novedad del Evangelio, que también en nuestro siglo XXI sigue siendo novedad y permite horizontes de esperanza y alegría donde nada en el mundo parece que nos invita ni a la una ni a la otra.

Le damos la bienvenida con los brazos abiertos, recibiéndole como un enviado del Señor. Será un gozo colaborar y trabajar con él, en plena comunión, y sencillamente, que el Señor bendiga y haga extraordinariamente fructífero su ministerio al servicio de esa diócesis tan querida que es Guadix.

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
30 de octubre de 2018, Granada

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