Fecha de publicación: 17 de septiembre de 2020

Haciendo un esfuerzo excepcional en su trabajo diario, varias colaboradoras y trabajadoras de Manos Unidas Granada acudieron este mediodía a la parroquia de Santa María Magdalena para participar en este acto litúrgico de intercesión por los afectados por la pandemia. 

“Se trata de un signo de unión de toda las delegaciones con los servicios centrales de Madrid”, explica la directora de Manos Unidas Granada, Feli Núñez. Si bien en Granada no hay constancia ningún fallecido ni de enfermos afectados dentro de los voluntariados de Manos Unidas, no ha sido así en otras regiones del país, en donde el virus sí ha causado víctimas.

En su monición de entrada, D. Manuel Reyes, que presidió la Eucaristía, quiso recordar a todos esos familiares, compañeros, voluntarios, colaboradores y demás personas que “han sufrido los efectos de la pandemia, bien como enfermos o por los efectos derivados de la falta de medios de vida”.

Con esta Eucaristía arranca un nuevo curso lleno de las incertidumbres propias del momento presente y en el que muy posiblemente los actos de inicio de curso de Manos Unidas se lleven a cabo de forma telemática, tanto el inicio de curso como la Asamblea de Delegados en octubre. “Pensábamos que quizás la crisis iría remitiendo pero la verdad que estamos prácticamente en lo mismo”, dice Núñez.

En sus palabras de despedida, D. Manuel Reyes no tuvo más que palabras de agradecimiento al esfuerzo y la caridad de todas las presentes. La Misa finalizó con un encuentro fraterno y discreto en la sacristía.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada