Fecha de publicación: 22 de octubre de 2019

El pasado 31 de julio fue el día en el que Arzobispo de Puebla, Mons. Víctor Sánchez Espinosa, proclamó el Decreto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica que disponía la transformación de los Siervos de Jesús en Instituto Religioso Clerical.

Granada es una de las cuatro ciudades del mundo en la que existe esta Congregación y así ha podido albergar la Santa Eucaristía de Acción de Gracias por este reconocimiento destinado a mejorar la misión de los Siervos de Jesús en el mundo, apoyados especialmente en la ayuda de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y la teología de Hans Urs von Balthasar y Adrienne von Speyr.

AYUDA PARA LA MISIÓN DEL HOMBRE

La misión de los Siervos, como recordó el Vicario General de la Archidiócesis de Granada, D. Francisco Javier Espigares, es una cuestión muy importante para el hombre de hoy. ”Hay gente a la que le ponen el traje de madera, el ataúd, y todavía no saben a lo que han venido a este mundo, porque nadie le ha ayudado, o porque le han ayudado y le han tirado para atrás, o no se han puesto a pensar qué es lo que Dios quiere de mí”, afirmó.

Durante la Misa, en la que pudo escucharse el Evangelio de la Anunciación a María, el Vicario General recordó que la actitud de la vocación cristiana encuentra su reflejo en la actitud femenina de la Virgen María. “El mundo actual sigue el principio masculino, hacer, rendir, planificar… Se apoya en la propia capacidad. A veces nosotros tratamos así a la Iglesia como un producto técnico de nuestro esfuerzo, fruto de nuestra planificación, fabricada sobre nuestra enorme sagacidad”, dijo en su homilía citando un pasaje de Benedicto XVI.

El Vicario señaló que esta actitud femenina de acogida de la gracia es la más difícil, “pues no le dices tú a Dios lo que tiene que hacer sino que le dices a Dios que planifique tu vida según su voluntad”, concluyó.

Agradecidos por este don de pasar a convertirse en Instituto Religioso, los Siervos de Jesús renovaron la ceremonia de sus votos de pobreza, castidad y obediencia invocando la intercesión de todos los Santos por el rezo de las Letanías y firmando su compromiso ante la congregación.

VOLVER A EMPEZAR EN EL SEGUIMIENTO A CRISTO

Al finalizar la Eucaristía, Ricardo Aldana, miembro de los Siervos de Jesús y director del Centro Balthasar en Granada, manifestó sus impresiones acerca de este reconocimiento. “Para nosotros es muy importante como institución. Desde el principio hemos querido ser religiosos”, dijo. “Hemos tenido que madurar, corregir, ser corregidos por Dios mismo, por la Madre Iglesia, para encontrar el auténtico camino del seguimiento de Cristo. La primera forma canónica a la que nos acogimos fue la de Sociedad de Vida Apostólica, en la que también hicimos los votos, pero finalmente fue la Iglesia la que nos invitó a ser religiosos, esa es la verdad”, expresó.

Este camino de conversión hacia ser una congregación religiosa ha supuesto igualmente para ellos un camino personal de conversión. Le erección canónica “significa para cada uno de nosotros significa que hay que volver a empezar, que hay que renovarse. En el seguimiento de Cristo siempre estamos empezando, siempre estamos escuchando la voz del Señor que nos invita a dejar todo y seguirle. Así que este evento tiene una resonancia personal para cada uno de nosotros”, concluyó Aldana.

Actualmente repartidos en cuatro países del mundo (México, Honduras, Italia y España), los Siervos de Jesús tienen en Granada junto a Madrid una de sus dos sedes, con una Casa de Espiritualidad en Otura, en donde se ofrecen para llevar a cabo su ayuda al discernimiento apoyados en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada