El domingo será un día de fiesta para las Hijas de la Caridad de Granada, que celebran el día de su fundador, un verdadero gigante de Iglesia. Un día de fiesta que será más sobrio y recogido que en pasadas ocasiones, debido a la situación de crisis epidemiológica.

Habitualmente todas las comunidades de Granada que se encuentran en localidades como La Zubia, Santa Fe, Lanjarón o Ugíjar, acudían cada año a la parroquia Regina Mundi a celebrar una gran Eucaristía seguida de una comida o merienda fraterna. Esta vez se darán cita allí únicamente las comunidades asociadas a la parroquia del centro de Granada, junto algunos miembros de la Asociación de la Medalla Milagrosa, la Asociación Internacional de Caridades o de la Cofradía de la Alegría y el Resucitado.

CELEBRÁNDOLO CON LOS POBRES

Desde el colegio Regina Mundi, al igual que en algunas de las residencias de ancianos y escuelas hogar vicencianas, lo que sí se llevará a cabo será algún tipo de catequesis centrada en la figura de San Vicente de Paul. “No podemos perder el centro educativo fundamental como colegio vicenciano: ‘Saber más para servir mejor’”, dice Sor Inmaculada Madrid, coordinadora de la pastoral del Regina Mundi, que recuerda que la educación no es sino otra forma de atención a los necesitados.

La coordinadora del Regina Mundi recuerda la labor de asistencia que prestan diariamente a más de un centenar de personas desde su comedor social, que ofrece dos raciones de comida caliente al día. “Nos hemos entregado a Dios para eso y es algo que también inculcamos a los chicos. Todos estos días, estamos intentando que los chicos mayores, sobre todo de 2º de Bachillerato, de 1º, que son grupos preciosos, se turnen para ayudar en el comedor social. Ellos lo disfrutan mucho”, asegura Madrid.

La superioridad de la comunidad de Hermanas Mayores, Sor Alicia, recuerda que los pobres están en el centro del corazón del carisma de las Hijas de Caridad. “Abarcamos todas las pobrezas que podemos, que no todas, porque son muchísimas más las que hay, pero hacemos lo que podemos y según nuestras limitaciones también”.

Unos pobres que están en el corazón del carisma de San Vicente de Paul y que son atendidos por las Hijas de la Caridad desde los comedores sociales, residencias de ancianos y casas de acogida repartidas por la diócesis. 

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada