Esta homilía, escrita en una prosa poética muy elaborada, trata de Nuestro Señor, es decir, de Jesucristo. Y trata de su obra, que es conducirnos del reino de la muerte al Reino de los Cielos, esto es a la vida divina, mediante su victoria sobre Satán y sobre la muerte.
El motivo principal de esa obra es su bondad y su misericordia, que le ha hecho acercarse a nosotros.
El autor se detiene a intentar describir cómo es ese acercamiento de la divinidad a nuestra carne. Por eso, el centro de la homilía es un comentario al pasaje de San Lucas sobre la pecadora perdonada (Lc 7, 36-50), y también a la conversión de San Pablo y a otros personajes del Antiguo Testamento (Moisés y Daniel), aunque esa parte se omite aquí por motivos de espacio. Es un texto bellísimo, de gran finura teológica. Su riqueza de imágenes es también muy grande. Ni la enorme distancia cultural (pues está escrito en el Norte de Irak en el siglo cuarto), ni la hondura de su pensamiento lo hacen inaccesible a nosotros.
Presentamos aquí de este texto los pasajes que hacen referencia al episodio de la pecadora perdonada, así como el principio y el final de la homilía. La traducción es todo lo fiel posible, aunque dada la finalidad de esta publicación, en ocasiones aislada se hacen glosas para aclarar algún tecnicismo o para hacer más accesible el texto.
“La pecadora perdonada, homilía sobre Nuestro Señor”
San Efrén el Sirio (S. IV)
Traducido del original siríaco por Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada.