La diócesis de Ávila albergó estas XXVII Jornadas Generales de Pastoral del Trabajo. Por primera vez en dos años, responsables de la pastoral y militantes de las distintas diócesis pudieron verse las caras en un encuentro presencial.

Bajo el lema, “El gran tema es el trabajo. Llamadas para la Pastoral del Trabajo desde Laudato si’ y Fratelli tutti”, estas jornadas congregaron a más de un centenar de participantes. El obispo de Osma-Soria y delegado responsable de la Pastoral de Trabajo, Mons. Abilio Martínez, presidió esta convocatoria que alentó a todas las pastorales a renovar su esfuerzo por humanizar el mundo laboral.

CUIDADO DEL MUNDO DEL TRABAJO

La ponencia principal de las jornadas destacó cómo el mensaje del Papa Francisco, aglutina la propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia sobre el trabajo y el cuidado de nuestro mundo. “Hay que caer en la cuenta sobre cómo el trabajo sigue siendo un tema fundamental a la hora de plantear la vida, de organizar las relaciones. El trabajo condiciona lo que es la vida social”, dice el párroco de la Sagrada Familia, D. Mario Picazo, uno de los representantes granadinos que acudió a las jornadas.

Una de las cuestiones fundamentales abordadas fue la de recordar la presente crisis medioambiental, que deja al mundo en un callejón sin salida y frente al cual hay que actuar con responsabilidad. “La conclusión es que tenemos que trabajar por humanizar el trabajo, que cuide el planeta, y cambiar la mentalidad actual sobre el trabajo dentro de este mundo que no tiene problema en depredar la casa común”, afirma el delegado de la Pastoral del Trabajo de Granada, D. José María García Gálvez.

Algunas de las propuestas mencionadas planteaban la reducción de la jornada laboral y la lucha por una renta mínima. “Habría mucho tiempo para la vida y no para vivir esclavizado por el trabajo, que es como se vive hoy. Por supuesto que hay que trabajar, pero lo importante es que el trabajo que tengamos sea un trabajo decente que permita que la familia pueda vivir y hacer proyectos de vida”, explica Gálvez.

JUNTOS EN UNA ESPERANZA COMÚN

La segunda parte de estas jornadas ha consistido en recordar la importancia de la funcionalidad de la Pastoral Obrera en el mundo, así como la de trabajar en comunión con el resto de pastorales. “Tenemos un problema en la provincia de Granada y es que ha habido 10 muertos por accidente laboral en la provincia de Granada. Es una ocasión para colaborar con la Pastoral de la Salud, que es probable que no lo sepa”, comenta García Gálvez.

“Igual con la Pastoral de la Salud que la Pastoral del Turismo. Sabemos cómo está ahora el trabajo de la hostelería. Hay que pensar que, si hoy encuentro un paquete de cinco días en Granada y cuesta menos que hace un mes, es seguramente porque los que me sirven tienen unas condiciones más precarias. Tenemos sacar conclusiones. Las organizaciones locales y sindicales encontrarían un aliado para enfrentar estas realidades”, concluye.

Esta 27 edición de las Jornadas de la Pastoral Obrera finalizó con ese mismo espíritu sinodal al que nos invita el Papa Francisco. La unión entre las distintas pastorales parte de ese mismo espíritu eclesial de saberse un solo cuerpo, una sola familia, capaz de entablar un diálogo entre todas las partes.

“Hay gente en todas las diócesis que se plantea su vida cristiana desde estas claves que, para mí, son tan básicas y tan necesarias, como el que todo el mundo pueda acceder a un puesto de trabajo digno o que ese trabajo sea realmente una expresión de la vocación a la que Dios nos llama”, argumenta Picazo. “Eso llena de esperanza, porque no se trata de hacer frente a cuestiones puntuales, sino a algo que es fundamental para todo ser humano”.

Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social