Fecha de publicación: 24 de mayo de 2016

Con la comunidad de Padres Dominicos asistieron las Religiosas de Santo Domingo, las Hermanitas del Cordero y las Dominicas de la Unidad, que viven también el carisma dominicano, junto los laicos que siguen el mismo carisma, la Hermandad del Rosario y las Hermandades de Penitencia que tienen su sede canónica en el templo de Santo Domingo.

D. Manuel Reyes, delegado del Arzobispo, presidió la concelebración y felicitó a la familia dominicana, recordando también a las comunidades de monjas dominicas de clausura de Santa Catalina y la Piedad.

Orden de Predicadores

D. Manuel presentó el Jubileo como ocasión para dar gracias a Dios por el inmenso bosque de iniciativas apostólicas, frutos de santidad y de martirio, de estudio y de enseñanza, de esfuerzo misionero en el mundo entero que ha desarrollado la Orden en estos ochocientos años.

Asimismo, recordó su presencia desde el año 1492, especialmente en Granada, con el período de más de un siglo de ausencia después de la exclaustración. Aunque en esos años surgió en Granada la Congregación de Santo Domingo, fundada por la Madre Teresa Titos.

Resaltó la importancia de dos dominicos granadinos: Fray Luis de Granada y San Juan Alcober, misionero en Filipinas y China donde sufrió el martirio; fue canonizado por San Juan Pablo II en el año 2000. Otra llamada del Jubileo mira al futuro, invitando a la familia dominicana a multiplicar iniciativas y creatividad para dar respuesta a las llamadas de la Iglesia a un mayor esfuerzo evangelizador, todo ello en línea con su propio carisma, expresado en el lema de Jubileo: “Enviados a predicar el Evangelio”.