La situación de pandemia ya lleva un tiempo que está revelando las difíciles consecuencias que está dejando tras de sí en la vida de las personas en su día a día. A la pérdida del trabajo actual se une la ya existente precariedad en la que vivían antes algunas familias. La presencia de la Iglesia en este contexto permite no sólo dar de comer al hambriento, sino acompañar en estas dificultades, para no afrontarlas desde la soledad. Una de esas presencias en la Iglesia es la Orden de San Juan de Dios, sobre cuyo comedor social entrevistamos a Inés Riera, Responsable del Área de Desarrollo Solidario de este Comedor, que ha adaptado su acción caritativa a los tiempos de coronavirus.

— Cuál es vuestra actividad en concreto en las actuales circunstancias de pandemia.
Dada la situación especial, estamos centrados en atención de necesidades básicas, sobre todo en lo que se refiere a alimentación, en higiene y en la atención a la infancia, en cuanto a necesidades básicas de pañales y potitos. En eso estamos aunando esfuerzos.

— Cuál es el perfil de las personas a las que estáis atendiendo en las actuales circunstancias.
Son personas de calle. Personas sin hogar. Sin hogar no significa que duerman en la calle, sino que a lo mejor están alquilados en una habitación, en una pensión, en algún albergue, pero no disponen ni de medios económicos, ni de cocina para poder comer. Estamos dando la comida de mediodía, que es un menú de primero, segundo, pan, postre y fruta. Lo que hacemos es que lo envasamos con algunos voluntarios, y de una menos cuarto a una y media todos los días se hace la entrega.

— Cómo hacéis esa entrega. Cómo trabajáis en estos momentos.
Nosotros, normalmente, tenemos mucho voluntariado, unas ciento y pico personas para distintos programas. Lo que pasa ahora, dadas las circunstancias, nuestro voluntariado, el grueso de voluntarios son mayores de 65 años (porque la gente cuando tiene tiempo para hacer voluntariado es obviamente cuando se jubila). No podemos incorporar este grupo de riesgo. Entonces, a través de la plataforma del voluntariado de Granada, contactamos y nos han facilitado personas que habían solicitado ser voluntarios, sobre todo universitarios. Hemos hecho grupos de 3-4 personas al día y son los que están viniendo de 11 y media de la mañana hasta la una y media, que es cuando se entrega.

— Y antes de esta situación actual, cómo era vuestro trabajo. Cómo llevabais a cabo esta caridad en el Comedor San Juan de Dios.
En las cocinas del hospital, se cocina tanto para los enfermos, para cafetería, para la comunidad de hermanos y también para las personas del comedor social. El trabajo del voluntario es que se llevan las comidas calientes al comedor social y una media de diez voluntarios son los que sirven el primero, el segundo… todo, y luego como en una casa normal: se entregan las bandejas, se pone el lavavajillas industrial, se seca, se coloca. Eso durante tres cuartos de hora, y una media de 100-120 personas que van pasando y se les va sirviendo. La diferencia de entonces a ahora es que comían con platos y sentados, y ahora la situación es distinta porque se lo llevan en tupper.

— Estamos afrontando ya una crisis social y económica derivada de la pandemia. Hay personas que se han quedado sin trabajo y empieza a surgir un perfil de personas que antes no tenía estas necesidades básicas, y en su nueva situación de necesidad sienten algo de rubor. Cómo pueden esas personas que sienten este rubor pedir ayuda para comer.
Nosotros, paralelo al Comedor Social, tenemos otro programa para este tipo de perfiles de familia que es la entrega puntual de alimentos, productos de higiene y limpieza. Se accede a través de los Servicios Sociales del ayuntamiento, que nos derivan semanalmente a 40 familias a las que les hacemos entrega de estos alimentos más básicos y atendemos al número de miembros y las edades. Por ejemplo, si hay niños, ponemos más cacao o crema de cacao, más leche y más cereales de desayunos, si son bebés se incluyen pañales, leche de continuación. Eso sería a través de los Servicios Sociales del ayuntamiento de Granada. Igual que el centro de salud te corresponde por zona, un centro de Servicios Sociales también te corresponde según donde estés empadronado; se pide cita con el trabajador social, se estudia el caso y nos lo derivan, en varios sitios en Granada, donde intentamos coordinarnos y no duplicar esfuerzos y recursos.

— Qué previsiones tenéis en verano y principios de curso en vuestra acción caritativa.
Ahora mismo, estas personas que van a salir de la crisis bastante empobrecidas no se va a manifestar hasta septiembre, porque ahora se utilizan ahorros, la cuenta con la ayuda de la familia. Cuando pasen dos o tres meses es cuando agotas tus recursos y el paro, y es cuando más se va a manifestar. Nosotros estamos pendientes, porque entre otras muchas ayudas, también atendemos el pago de factura, de suministro eléctrico. Para esto estamos pendientes de subvenciones, de ayudas de bienhechores. Otra cosa a la que se enfrenta la familia en septiembre, que es una partida grande que nosotros tenemos, es ayuda al material escolar. Porque, aunque los niños estén en un colegio público o concertado, siempre tienen que llevar libretas, bolígrafos, el diccionario… y todo ese material no lo da ni la Junta de Andalucía, ni ningún otro instituto. Incluso, los chicos de familia en situación de exclusión que estudian Bachiller los libros tampoco están subvencionados. Entonces, es una partida lo que tenemos, normalmente muy grande, en septiembre-octubre, que este año yo creo que se va a ver muy aumentada.

— Quien desee ayudar, por ejemplo en esa partida, qué puede hacer.
Venir directamente, o meterse en la página web, y ver nuestra cuenta de Obra social, que es de La Caixa. O venir personalmente aquí y hacer un donativo personal en administración o preguntar por mi. Me gusta mucho contar en persona lo que hacemos, darle una Memoria de actividades 2019, que vean los programas y dónde quieren dedicar su aportación.

Paqui Pallarés
Directora de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada

La acción caritativa de la Iglesia continúa en muchas realidades y grupos en la Iglesia, así como en las parroquias, con las que puede contribuirse directamente. En este video se explica cómo.

 

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