Fecha de publicación: 16 de abril de 2019

Nuestro Padre Jesús del Rescate, que no has dudado en entregarte a los verdugos y padecer el tormento de la cruz por amor a tu familia, a nosotros pecadores. Has cancelado la deuda de Adán, has pagado por nuestros pecados, nos has descargado del peso de nuestras culpas y has purificado nuestro corazón de mala conciencia para abrirnos un camino nuevo y vivo. “¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad!”. Para rescatarnos a nosotros, esclavos, el Padre te entregó a ti, el Hijo, su Hijo Amado y predilecto.

“¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados?” Así canta tu Iglesia con júbilo la noche de Pascua. Te decimos con el salmista: “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?”.

Jesús del Rescate, que no infravaloremos tu Sangre, que no te pisoteemos de nuevo, que no desertemos de las asambleas eucarísticas donde se ofrece nuestra salvación, que no ultrajemos al Espíritu de la gracia y vivamos la alegría de ser redimidos y anunciar tu amor a los demás.

ORACIÓN:
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Francisco Javier Espigares
Vicario General

Plaza de las Pasiegas (Granada)
15 de abril de 2019