Dentro de esta nueva propuesta del Papa de ser más fraternos con el prójimo, el Santo Padre afirma: “Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos”.

Y es que la oración es un nexo común a todos los creyentes, que une como hermanos a todos los que rezan siguiendo otras culturas, otras tradiciones y otras creencias. “Somos hermanos que oramos. La fraternidad nos lleva a abrirnos al Padre de todos y a ver en el otro un hermano, una hermana para compartir la vida o para sostenerse mutuamente, para amar, para conocer”, asegura Francisco.

Asimismo, el Santo Padre destaca que la Iglesia valora la acción de Dios en las demás religiones, sin olvidar que para los cristianos la fuente de la dignidad humana y de la fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo. “Debemos concentrarnos en lo esencial de nuestra fe, la adoración a Dios y el amor al prójimo” resalta el Papa.

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